Palacio
- Title
- Palacio
- category
- Places -- Spain -- Places
- isBasedOnUrl
- https://fromthepage.com/1762archive/a-digital-repatriation-of-a-lost-archive-of-the-spanish-pacific-the-library-of-the-convent-of-san-pablo-manila-1762/article/32078462
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- https://www.google.com/maps/place/Royal+Palace+of+Madrid/@40.417955,-3.714312,15z
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- Palacio
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- 32078462
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- 40.417955, -3.714312
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- King's palace in Madrid
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- 1
Location of Palacio
Found 12 Instances of "Palacio" on 10 Pages
Inventarium Generale Omnium Librorum huius Bibliothecae Conventus Divi Pauli Manilensis Ord. Ermitarum S.P.S. August. in hac Provintia SS Nominis JESU Philipinarume.

Estante 5
Lanusa: 2 tomos
Berthorius, Morale Reductorium: 1
Arce, Sententias scripturarum: 1
Palacios: 2
Arias Montanus: 7
Rio Adagia, in Genesim: 4
Viegas, in Apocalipsim: 1
Antonius a Nativitate, de Economica:1
Paez, Commentaria: 2
Guadalupe, in Osseam: 1
Jacobus a Valentia, Super psalmos: 1
Ballesta, Onomatograchia: 1
Philon Judio, in Libros Moisem: 1
Barretum, Sacre scripture: 1
Saa: 2
Augustus, Triumfus super magnificat: 1
Abarez in Isaiam: 1
Albas Joachim: 1
Ludovicus de Leon: 2
Freire, in Judicum: 1
Francisco de Leon, in Parce michi: 1

Givalino: 10
Villano, El gobierno eclesiástico: 2
Rubeus, de Moriend elemosin: 1
Clericatus, Decisiones: 3
Estante 3
Barbosa, Tractatus absolutissinu: 2 tomos
Barbosa, Colectanea in justinianum: 1
Covarrubias, Opera: 4
Segusius, Hostiensis summa aurea: 1
Sacro Sanctus; Decisiones canonicorum: 1
Choppino, de Monastica: 1
Cabrera, de Immunitate clericales: 1
Belletto, Desquisitio clericales: 1
Memoriales del Señor Palafox y PP. de la Compañía: 2
Passerino, Opera: 10
Olivario, Decisiones rotales: 1
Feganano, in Decretales: 6
Connazzani, Decisiones rotales: 1
Castejón, Index juris: 2
Privilegios y leyes de Vizcaya: 1
Misal romano: 1
Torres, Historia de las órdenes militares: 1
Palacios, in Cap. repetit. rubrica: 1

Padilla, Comentario. {1 Tomo. Cajón 11 (6), estante 5}
Paez, Comentaría. {2 Tomos. Cajón 2 (1), estante 5 (4)}
Pagnino, Mística sentencia. {1 Tomo. Cajón 3, estante 3 (2)}
Payo, Explicatio Apologet. {1 Tomo. Cajón 4 (9), estante 4}
Payva, Cuaresma. {1 Tomo. Cajón 9 (11), estante 5 (3)}
Palacios. {2 Tomos. Cajón 2, estante 5}
Palacios, in Cap. repetit. rubrica. {1, Cajón 10 (7), estante 3 (4)}
Palaez, Tractatus Mayorazgo. {1 Tomo. Cajón 11 (6), estante 5}
Palafox, Alegaciones. {1 Tomo. Cajón 10 (7), estante 4}
Palafox, sus Obras. {9 Tomos. Cajón 12 (4), estante 3 (2)}
Palanco, Curs. Philoph.s. {4 Tomos. Cajón 6 (13), estante 3}
Palanco, Opera. {8 Tomos. Cajón 4 (9), estante 2 (1)}
Paleoto, in saigmatibus Christi. {1 Tomo. Cajón 3, estante 6 (5)}
Panaphilo, Crónica Santo Padre Augustini. {1 Tomo. Cajón 13 (12), estante 6 (4)}
Paolletto, Contiones varie. {4 Tomos. Cajón 3, estante 5}
Paramo, de Oficio inquisiciones. {1 Tomo. Cajón 10 (1), estante 4}
Paredes, Adviento y Cuaresma. {1 Tomo. Cajón 9 (11), estante 3 (1)}
Parladorio, Rerum quotid. {1 Tomo. Cajón 11 (6), estante 6 (5)}
Parra, Abusos de la misa. {1 Tomo. Cajón 10 (1), estante 5 (4)}
Parra, Compendio de las Historias de España. {1 Tomo. Cajón 7 (5), estante 4 (3)}
Parra, Luz de verdades católicas. {1 Tomo. Cajón 9 (11), estante 1}
Parra, de Sacramentis. {2 Tomos. Cajón 4 (9), estante 5 (4)}
Pascutius, Compendium pignatelli. {2 Tomos. Cajón 10 (7), estante 2}
Passerino, Opera. {10 Tomos. Cajón 10 (7), estante 3}
Pastrana, Camino de la Ciudad de Dios. {1 Tomo. Cajón 13 (12), estante 6 (4)}
Pastrana, Silva rational. { 1 Tomo. Cajón 10 (7), estante 4}
Passore, Lexicon Greco-Latin. {1 Tomo. Cajón 6 (13), estante 6 (5) (3)}
Patius, de Contractibus. {1 Tomo. Cajón 11 (6), estante 3}
Paulus, a Conceptione Theologica. {5 Tomos. Cajón 4 (9), estante 4 (3)}
Paz, Consultas y respuestas. {2 Tomos. Cajón 5 (8), estante 4 (2)}
Paz, Vida de Santa Rita de Casia en comp. {1 Tomo. Cajón 13 (12), estante 6 (3)}
Peguera, Decisiones aureae et criminal. {2 Tomos. Cajón 11 (6), estante 3}
Sobre las mentiras de Don Juan de Rosales, escrito por el General Don Franco de Figueroa

y [se echó] obedecer, por tal tiene relación que lo empuñó,
pero él [se echó] obedecer esta hecho con malicia.
No se hizo obedecer, que allí no había fuerza, sino
prontísima fidelidad. Que yo estuve allá y lo vi y
aún porque no había fuerza, y penetré que el
negocio por fuerza había de ir y las tenía Don
Juan Manuel engañada la milicia, y así
lo que vuestra merced añade, de que muchos de los que allí
estaban creyendo peligrar, le obedecieron.
Ellos le pedirán cuenta a vuestra merced si son
hombres tan valientes ahora como lo fueron
entonces y leales. Dice más vuestra merced que así que
vieron desunidos los señores y nada firme
lo resuelto en la salida del Señor Coloma,
y venida a la palacio sin bastón, prosiguieron
con aplauso en la obediencia del
señor Don Juan. Lo resuelto siempre estuvo
y estará firme, que la verdad no quiebra.
Y después de salida, el Señor Coloma dijo
a todos el Señor Mansilla que eso era lo que
se había de seguir, que quizás si no lo hubiera
dicho, no le hubiera preso y desterrado. Pero
padezca que para eso [aceptó] el cargo de ministro
del rey y el que sin peligro no se
atreviese hacerlo, déjelo de ser, que no les paga

la república y que el auto que proveyó con dichos abogados
no es nulo, a que no solo os mostráis loco, sino
loco incurable, pues no reconocéis vuestra enfermedad
y así os habrán de prender y enjaular.
En el número 59, dice vuestra merced que saliendo el
Señor Coloma, del colegio de la compañía, se fue a palacio
donde le salió a recibir con todo agasajo el Señor Peña
como se lo había prometido, quedándose en amigable
conformidad los dos señores y el Señor Mansilla
y fiscal en su retiro sin conseguir el intento.
Pues, vuestra merced tan advertido en el número 57, en no
decir que el reverendo padre comisario pidió no entrase
en el gobierno militar el Señor Coloma porque
estaba presente o agradecido de que a vuestra merced
le hubiese habilitado para ser alcalde mayor
de Tondo, estando legítimamente impedido. Porque
no lleva adelante esa política y calla la salida
del Señor Coloma de la compañía, dejando a sus
compañeros a la ciudad cabos superiores en el
peligro. Pues, le ha salido tan mal y no dudo que
lo ha de sentir para que añade que le había prometido Don
Juan Manuel. No ve que esto indica trato doble,
ajeno de tan gran ministro, pues tanto cuidado
ha tenido en picar, herir y morder a los Señores
Mansilla y fiscal. En cuantas ocasiones se ha ofrecido
en su papel para que los alaba ahora
Guía para el Padre Comisario que fuere a procurar agustinos para las misiones en Filipinas

sin alegaciones, y con él se acaba de sacar
la cédula, que es el despacho y libranza de la misión.
Y todas estas cédulas, según le dirá el mismo oficial
quedan trasladadas en un cajón de la secretaría que llaman
de libranzas donde se le entregan, y paga por
cada cédula a razón de a [ ] reales cada una
y esta cédula en que se le manda dar alivio de la
barcada, y otra cualquier cédula en que se manda
dar algo de caja real, después de estar en mano
del procurador se traslada con un escribiente en papel
no sellado, dejando a un lado un agujero, como le dirá
el dicho oficial, y así el original como el dicho traslado
simple, se llevan a la contaduría del consejo
de Indias, que está en Palacio, y se toma la razón
dejando allí el traslado, y cuesta un tostón esta
razón. Mas no la olvide el procurador que nuestro Padre Cruz
la olvidó, o no la supo, y se halló perdido en Sevilla
sin ella, y para suplirla gastó muchos pesos. Y como
digo es diligencia general en las cédulas, por donde se ha de
cobrar plata de la real caja.
Ya en estas diligencias pasa el tiempo, y tendrá respuesta
de Roma, y si ha llegado la primera vía de las cartas
de la provincia no remita la segunda que sienten mucho
los italianos pagar portes: sino le remiten
Carta del Padre Marcelo Francisco Mastrilli, sobre la conquista de Mindanao. Taytay, 1637

Carta del Padre Marcelo Francisco Mastrili en que da cuenta
de la conquista de Mindanao Al Padre Juan de Salazar
Provincial de la Compañía de Jesus en las Islas Filipinas
[Gia] et Pax Cristi [...]
De ninguna manera mi Padre Viviera esperado la orden de [VR]
para darle parte de la nuestra Jornada de Mindanao , si viese sabido,
que la carta que yo escribí desde Lamitan al Padre Juan de Bueras les
habían quedado en Zamboanga ; porque de la tardo en ellas con grandísima
puntualidad todo el suceso, Le pedía que las leyese a [VR] para
que sin cansarse con carta mia aparte sabiese lo que pasaba. Ahora
por obedecer a lo que me mando cuando partí por Taytay le referiré
fielmente en esta lo que me podré acordar.
Pues sabia V.R. como habiendo el Señor Don Sebastian Hurtado
de Corcuera Gobernador de estas Islas de terminado la Jornada de
Mindanao, llamo consejo general de guerra, en el cual fueron to-
dos de contrario parecer fuera del señor Sargento Mayor Don Pedro Hur-
tado de Corcuera su sobrino: con todo eso porque lo apretaba el
[celo] de la glorias y honra de entrambas Majestades Divina y humana
resolvio no obstarse aparecer contrario de todo el consejo pro-
seguir adelante con sus santos intentos; y asi el día de la Purifica-
ción de Nuestra Señora a dos de Febrero de este año 31. Habiendo con
[..ado] y comulgado con todos los soldados en las dos Capillas de
Palacio mando se embarcasen en los once sampanes, que por
este efecto estaban y [aprecienidos.] El Padre Juan de Barrios y yo nos
embarcamos en la Capitanas con su señorías a donde también
se embarco al sargento mayor Don Marcos Zapata que llevo por su Ca-
maradas y a su mesa. el clérigo Don Julian Capellan del Arma-
da en la Almiranta con el sargento mayor Don Pedro Hurtado
de Corcuera sobrino del señor Gobernador: y fraile Agustino que
venia por confesor de los Pampangos en el champan del Capitan
Lorenzo Ugalde. y porque había venido el día antes una carta al señor
Alonso de Carvajal. Sobre el alzamiento de los Sangleyes del año de 1639 y 1640.

y que él le disuadió. Viendo la multitud y los pocos nuestros, que no
serían treinta y que no tenía orden, él dijo: “Ea, españoles, logremos
el buen día.” Y empeñó se [había embarcando atollo] en caballo
y allí le mataron [y a] dichos tres, e hicieron dos, con que
el padre hizo [acto] en escaparse y venir a dar nueva. Juntaron consejo
de guerra, y dicen [que] había en palacio brava confusión.
Previnieron los soldados de Tondo, iba Ermita y Malate, y de
la bóveda de la compañía llevaban plomo para balas a pieza. A las cinco
de la tarde salió el sargento mayor Don Juan de Arceo con tres
piezas de campaña, más de ciento y cincuenta españoles de las compañías
de Domingo Ruiz, Don Martín de Ocáriz, dos capitanes bagos y
más de otros tantos pampangos con armas de fuego, doscientos
tagalos piqueros y algunos joloes y japones. Iban le acompañando
el señor gobernador y maese de campo a caballo, iba Don Rodrigo
de Guillestigui, Mena, Balderrama y algunos soldados viejos
aventureros. Decían [que] iban a San Pedro de [Minian] pero
no fue así. Llegaron a Pasay a donde hicieron noche aguardándolos
para el amanecer por ser el camino forzoso.
Acá hubo prevención. El parián estaba quieto. No quiso
el gobernador entrar por las calles de él, ni que nadie entrase.
Estuvieron en la calzada el gobernador, la compañía de Don Pedro Jara,
que él estaba en la huerta y llegó a las oraciones, y
Enríquez con gente debajo de la horca. Y él y el vicario
visitaban el parián, que todos estaban quietos y temerosos.
A las cinco de la tarde se supo [que] habían pasado por
nuestra estancia y la quemaron, y veíamos fuegos en
San Pedro, junto a Guadalupe que la Virgen defendía.
Había despachado yo aviso al [pelovos] por la mañana con
embarcación de lo que pasaba hasta entonces, y que estuviese
con cuidado, y en caso consumiese el Santísimo y tuviese
prevenida embarcación, y cogiese la Virgen y la plata
y se bajase, pues el río estaba seguro, antes que llegase
mi carta el lunes tuvo nueva consumió el señor y por la
tarde con los criados porque toda la gente sino es cuatro
Año de 1640—Información sobre el milagro que Nuestra Señora de Caysasay usó con Juan Ynbin, sangley cristiano.

Y para mayor honra y gloria suya y de su precioso y bendito hijo, importa
que este milagro tan estupendo se autentique con información de
todo lo sucedido, para que asimismo se alienten los fieles a su de-
voción. Para para cuyo efecto delegamos nuestras voces y jurisdicción, con toda pleni-
tud al maestro Joseph Cabral, cura y vicario del partido de Balayan,
para que haga de todo ello información, con todos los testigos que di-
recta o indirectamente supieren de este caso, en todo o en parte;
recibiéndole al dicho Juan Ynbin, siendo necesario, nueva
declaración; haciendo todas las diligencias judiciales y extrajudi-
ciales que convengan. Y para mayor firmeza nombrará un nuncio cur-
sor con quien seguirla, tomando del juramento de que acudirá a todo
lo que toca a su cargo bien y cumplidamente. Y nombrará por notario
de esta causa al dicho Alonso Márquez, escribano público, a quien desde
luego nombramos por tal. Y recibirá de él el juramento de fidelitate,
y nombrará intérpretes fieles y legales y los demás ministros en tal
caso necesarios. Y hecha la dicha información, proceso cerrado y sellado,
nos lo remitirá. Y encargamos al dicho maestro acuda a este negocio con
el cuidado que caso tan grave requiere. Y para mayor solemni-
dad acudirá a hacer el dicho juramento de fidelitate ante cual-
quiera religioso sacerdote de la orden de nuestro padre San Agustín,
a quien lo cometemos. Y para que conste, dimos la presente firma-
da de nuestra mano, sellada con el sello de nuestras armas, re-
frendada de nuestro secretario. Dada en Manila, en nuestro palacio a o-
cho de enero de mil seiscientos cuarenta años.
[rúbricas] Fray Hernando,
Arzobispo. Por mandado de Su Señoría Ilustrísima, Diego Núñez.
[al margen izquierdo] Aceptación de la comisión.
En el pueblo de Casaysay, visita del de Taal, en dieci-
ocho días del mes de enero de mil seiscientos cuarenta años,
el maestro Joseph Cabral, cura beneficiado del partido de Balayan,
dijo que por cuanto Su Ilustrísima del Sr. D. fray Hernando
Guerrero, Arzobispo de estas islas y del Consejo de Su Majestad, le da comisión
para la averiguación del milagro de Nuestra Señora de Casaysay, como
más largamente consta de la comisión de esta otra parte. Y para usar de ella

médico. Y por lo que toca a la facultad
de la cirugía, se lleve asimismo
a Benito Tavares, cirujano. Y que
habiendo visto los dichos autos se
junten en el palacio de Su Señoría
Ilustrísima, para cuyo día serán
avisados a que lo confieran
con maduro acuerdo y firmen
sus pareceres para determi-
nar Su Señoría lo que debe ser hecho.
Así lo proveyó, mandó y firmó.
[rúbricas] Fray Hernando, Arzobispo.
Ante mí,
Diego Núñez