Fray Benito de Mena
- Title
- Fray Benito de Mena
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- People -- Catholic Church Figures
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- https://fromthepage.com/1762archive/a-digital-repatriation-of-a-lost-archive-of-the-spanish-pacific-the-library-of-the-convent-of-san-pablo-manila-1762/article/32181539
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- Fray Benito de Mena
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- 4
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Levantamiento de Ilocos y Pangasinan

en el pueblo, estando los demás en Narvacan. Llegó el padre Fray Benito
de [Mena] muy arrestado y con carta del padre visitador en que nos mandaba
a todos los religiosos no fuese nos a Bantay, pena de
mal [caso]. Y a los de la Amianan, que es a la parte del norte, envió al padre prior de Sinait
(aunque solo diga si yo gobernara muy diferente, mandara yo). Dijo
el padre Fray Benito era para hacer consulta para embarcarnos
todos. Entonces, hablé a los padres y les dije que el primer vos
era el mío por vuestro [p.l] y que [a] mi parecer, había [de ser] que cumpliésemos
con nuestra obligación. Pues sería gran desdoro de la
religión que se dijese que sólo para el oro queríamos ser ministros,
dejando nuestras ovejas en tiempo de la tribulación. Todos son
testigos y aun dijeron [que] me seguirían. Y en [día] dije al padre Fray
Benito que me refirió una fuerza de que trataba el padre visitador
para defendernos o para por tales como fue, que íbamos
perdidos. Y más cuando le oí decir había escrito también llamando
al alcalde y Don Alonso [Solibuen] que estaban en
Agayayos, adonde [paró] de la fuga y en donde le advirtió
el padre Fray Gonzalo [que] importaba toda su reputación [que] asistiese, y que
entre los dos, había habido voces sobre esta retirada o fuga que
se intentaba. Y que el padre visitador le había dicho al padre Fray Gonzalo
que aquello importaba y que él sabía bien lo que hacía. Llegamos
todos a Bantay y [Somalo]. En esto hubo nuevas del
socorro de Cagayan con que fue todo alegría. Y [ser lejo] la llamada de los
padres de la Amianan, y os [onlose] blasonar a algunos desde la cama.
Dije a mí sé yo, a fe que si hay nuevas del zambal que será otra
cosa, como sucedió que todos se [herbaron] y fueron llamados
a Vigan del [y] obispo. Yo no pude ir adonde no se trató cosa
de importancia. Y en cuya ocasión, dio el padre visitador licencia
a los padres para irse adonde quisieren, y en fin, [decía]
era de parecer el señor obispo podíamos en esta ocasión dejar
nuestras ovejas. No lo pude sufrir. Y desde la cama le escribí dos
letras [holgarame], viviera y refiera la carta, solo digo.

[que] no pudo esta carta alcanzar al enemigo, aunque digan. Respondió al padre Fray
Gonzalo que se guardase porque no le podía asegurar de los [calanasas] +. En lo de
{Al margen izquierdo: Tuve hecho memorial para pedir estas cartas que decían [que] las habían cogido. Pero [por] asegurarme el General Esteyvar no las había visto. Y los intérpretes lo dejé.}
ayudar a las viejas de Bacarrá fuera obra de caridad, mas sólo un poco de
oro que le trajeron o enviaron les tiene. Y desde principio las desengañó como
lo confesaron delante mí, además que para ayudarlas o había de ser por escrito
o de palabra. No ha pedido por ellas al general ni le han metido petición [g.o].
Tocante a la escribanía del difunto, el mismo padre Fray Luis, preguntando
yo a la india delante de él por [la] escribanía que le había entregado el difunto,
dijo [que] la había llevado el enemigo. En este punto, padre nuestro, me dijo esta india
[en andarse] que este oro del difunto, por concierto y gusto de los principales,
se lo habían dado al enemigo. No sé si le movió a decir esto el asegurarle
yo [que] lo había de pagar o si es verdad. Desde entonces propuse el dar parte a vuestro reverendo
padre nuestro para que avise lo que se ha de hacer. Y ahora pido a vuestra reverencia [que] esta comisión vaya
al padre prior de aquel convento, Fray Joseph Polanco, porque puede ser ocasión de
disgustos siendo otro de él que haga la diligencia. Y [que] le encargue vuestra reverencia [que] cobre y
busque lo restante del difunto para el Convento de Manila. Porque cuando [fui]
allá arriba, me dijo el padre comisario [que] tenía ya remitido todo lo que se había
a Manila. Y [que] no trate más que del oro. Y desde aquí no puedo negociar
y volver allá es muy trabajoso. Yo escribiré en estando desocupado [que] al
padre Fray Joseph Polanco vaya descubriendo campo mientras le llega la orden
de vuestro reverendo padre nuestro. Repartí la pimienta, libros y ornamentos por la provincia.
Y desde Narvacán y Bantay remití al padre prior de Tagudin todo lo que vuestro reverendo
padre nuestro le hizo merced, que ahora me ha socorrido a mí de ello mismo. Está ya
bueno, si bien no puede dormir, que es su mal antiguo. En lo del Padre
Polanco, que se queda en Bacarrá, vuestro reverendo padre nuestro lo habrá [mirado] bien. Pero
si yo pudiera hablar a vuestro reverendo, pienso [que] había de ir el padre Fray Lorenzo, aunque
se ha holgado mucho, porque por los españoles que están allí estaba ya
arrepentido. Y por mi parte me huelgo tenerle cerca, que es buen [colateral],
el padre Fray Cosme mudó de parecer y se queda en Candon. Conque al padre
Fray Luis de la Fuente di patente de [vicario] prior de Purao. Y para [Mariñas]
es mejor, que en fin es mozo y se pueden ayudar. A Laoag envié
al padre Fray Benito de Mena porque fue él que pidió el padre prior de aquel convento.
Juzgo [que] lo hará bien ahora con él. Al padre prior de Bantay escribí que si
gustaba del padre Fray Joseph de Sotomayor se lo enviaría, aunque me quedase
solo, que algún interés ha de tener su vicario de vuestro reverendo padre nuestro.
La verdad, sea que yo enviando vuestra reverencia religiosos a la provincia que se pasará muy mal