Reclaiming the Lost Archive of San Agustin Library

Agustín Sico

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Año de 1640—Información sobre el milagro que Nuestra Señora de Caysasay usó con Juan Ynbin, sangley cristiano.

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Original Translated

[al margen izquierdo] Nombramiento de intérprete a Agustín Sico, sangley cristiano.
El maestro Joseph Cabral, cura beneficiado del partido de Balayan
y juez de comisión para la averiguación del milagro de Nuestra Señora de Casaysay, dijo ser necesario nombrar un intérprete en lengua sangleya que sea de
satisfacción y confianza, y entendido en lengua castellana para que, con
toda fidelidad, interprete la declaración o declaraciones que sean
necesarias hacer de algunos sangleyes o testigos que para el dicho caso
se ofrezcan examinar siendo sangleyes, y otras cosas tocantes a dicha len-
gua sangleya. Y porque las partes necesarias concurren en la de
vos, Agustín Sico, sangley cristiano, por el presente y en virtud
de la facultad que por la dicha comisión se me concede, os elijo y nombro
por tal intérprete de la dicha lengua sangleya, para la dicha averiguación
de dicho milagro. Para que como tal lo uséis y ejerzáis. Y primero ha-
réis juramento en forma de usar bien y fielmente el dicho oficio. Y estando presente
el dicho Agustín Sico, dijo que aceptaba y aceptó el dicho nombramiento de tal intérprete para la averiguación de dicho milagro en él hecho, y que lo
usará bien y fielmente a todo su [r]eal^{*El notario imita la pronunciación del Sangley, quien dice "leal" en vez de "real."} saber y entender. Y que guar-
dará secreto en las cosas y casos que lo pidan. Y así lo juró a Dios y
a la cruz en forma de derecho. Y a la absolución del juramento dijo: “sí juro, y
amén.” Y lo firmó el dicho juez de comisión, que es hecho en este pueblo de Casaysay, en dieciocho días del mes de enero de mil seiscien-
tos cuarenta años.
[rúbricas] Maestro Joseph Cabral.
Ante mí, Alonso Márquez,
notario.

Original Translated

[on the left margin] Appointment of Agustín Sico, Christian Sangley, as translator.
Master Joseph Cabral, the priest in charge of the district of Balayan
and the commissioned judge for the investigation of the miracle of Our Lady of
Casaysay, said that it was necessary to name a translator of the Sangley language
who would be satisfactory and trustworthy, and who knew the Castilian language, so that
with all faithfulness he could translate the statement or statements
from the Sangleys or witnesses that are necessary and who appear for the said case that concern the Sangley language. And because there is a current need,
and by virtue of the faculty commissioned to me, I choose you, Agustín Sico, Christian Sangley, and name you
as the translator of the said Sangley language for the said investigation
of the said miracle. In order to use and exercise [your appointment]
and first and before all things, you will swear to
use your office well and faithfully. And
the said Agustín Sico, being present, said he accepted the said appointment
of translator for the said investigation of the said miracle and said that
he would carry out [his role] and faithfully apply his knowledge and understanding to everything. And [he said] that he will keep confidence of the things and cases that require it. And he swore by God and to the cross in the proper way. And he closed the oath by saying: "Yes,
I swear and amen." And it was signed by the said commissioned judge. Presented in this town of Casaysay, on the eighteenth of the month of January of the year sixteen forty.
[signatures] Master Joseph Cabral.
Before me, Alonso Márquez,
notary.

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Original Translated

[al margen izquierdo] Testimonio
Yo, Alonso Márquez, escribano público de esta provincia de Bala-
yan, doy fe y verdadero testimonio a los que el presente vieren,
cómo ayer que se contaron once de este presente mes y año, tra-
jeron unos indios a este pueblo de Taal, un sangley cristia-
no llamado Juan Ynbin, cantero que trabajaba en la igle-
sia de Nuestra Señora de Caysasay [sic], uno de los que dicen ha-
ber muerto con otros sangleyes en la fuerza de Bonbon el
miércoles que se contaron siete días de este dicho mes; al cual y me-
diante Agustín Sico, sangley cristiano, intérprete, le pregun-
tó en mi presencia y de los testigos que abajo irán declarados,
el padre prior fray Alonso Rodríguez, que lo es de este convento
de Taal, de cuyo pedimento fue traído a este dicho pueblo
la causa de estar vivo y halládole el sábado en la noche,
que se contaron diez de este dicho mes, junto a las bóvedas de pie-
dra do está el agua que llaman de Nuestra Señora de Casasay,
las cuales están cerca de su iglesia. Dijo que lo que sabe
y se acuerda es que a él y a otros sangleyes cristianos e infieles
prendieron para matarlos. Y que antes él se había confesado
con el dicho padre prior, y encomendado muy de veras a Nuestra
Señora de Casasay, pidiéndole le librase de la muerte. Lo sacaron
de la dicha fuerza amarradas las manos y con una trompa, co-
mo a los demás. Y le llevaron a la playa que era el lugar
donde los mataron, y a él le dieron de machetazos y lanzadas,
y siempre llamando a la Virgen hasta que quedó allí y no sabe
si lo echaron a la mar o lo que de él hicieron. Pero le parece lo
despertaron aquella noche de un sueño, y se halló en la mar,
encima de las aguas en una hoja blanca, y que no sabe qué ho-
ja fuese. Y vio una niña pequeña del tamaño de Nuestra Se-
ñora de Caysasay, muy resplandeciente, y vio que tiraba
de la dicha hoja hacia la playa. Y dice vio caimanes y otros
géneros de peces que se iban apartando por donde iba aque-
lla niña. Y al cuarto del alba llegó a la playa que llaman
de Mahayay, que es debajo de las palmillas que están en el mon-
te, antes de llegar al pueblo de Sinisian, y allí se quedó sin sen-
tido y no vio el día. Y de allí, volviendo otra vez en sí, vio a la misma
niña que le había sacado de las aguas, y le dijo se volviese a Caysasay [sic]
a trabajar en la obra que estaba haciendo. Y le respondió no sa-
bía el camino, y ella le guió hasta donde estaba el pueblo de Bonbon,
donde dice se volvió a quedar sin sentido. Y volviendo en sí, vio otra
vez a la dicha niña que lo guiaba y le pasó de la otra banda del
Original Translated

[on the left margin] Testimony
I, Alonso Márquez, public notary of this province of
Balayan, I attest to my faith and give true testimony to those who will see this,
of how yesterday, the eleventh of this month [December] and year,
some Indios brought to this town of Taal a Christian Sangley
named Juan Ynbin, a stonemason who worked in the
church of Our Lady of Caysasay. He is one of the ones who they say was
killed with the other Sangleys in the fort of Bonbon on
Wednesday, on the seventh of this month. He,
through Agustín Sico, Christian Sangley translator, was asked
in my presence and the witnesses named below [and]
the Father Prior Alonso Rodríguez, who is in charge of this convent
of Taal, who requested that he be brought to this town
due to the cause of being alive and being found on Saturday night,
which was the tenth of this month near the stone vault,
where the spring of water, known as Our Lady of Casaysay's,
which is very close to his church. [Ynbin] said what he knows
and remembers that he and other Christian and heathen Sangleys
were taken to be killed. And that he had made confession
with the said Father Prior and entrusted himself very truthfully to Our
Lady of Casasay, asking her to deliver him from death. They took him out
of the said fort with his hands tied and with a neck brace,
as all the other ones, and they took him to the shore that was the place
where they killed them. And they struck him with machetes and pierced him with pikes,
while throughout he called on our Lady until he was left there. And he does not know
if they threw him to the sea or what they did with him. But it appears to him that they
woke him up that night from a dream. And he was at sea,
floating on the water on a white leaf. He does not know what kind of
leaf it is. And he saw a small girl of the size of Our
Lady of Caysasay, very resplendent, and saw her pulling
from the leaf towards the shore. And he says that he saw caimans and other
types of fish, which moved away from the way of that
little girl. And a quarter before dawn he arrived on a shore they call
of Mahayay, which is beneath the little palms that are on the
mountain, before arriving to the town of Sinisian. There he lost his
consciousness and missed the daylight. And after that, he came back to his senses, and saw the same
girl that had taking him out of the waters, and she told him that he had to return to Caysasay
to labor on the work that he had been doing. And he responded to her that he did not
know the way back. And she guided him up to the place where he was in the town of Bonbon,
where he says that he lost consciousness once again. And returning to his senses, he saw again
the said girl, who guided him and took him over to the other side of

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Original Translated

[al margen izquierdo] Declaración de Juan Ynbin, sangley cristiano.
En el pueblo de Casaysay, en dieciocho días del mes de ene-
ro de mil seiscientos cuarenta años, el maestro Joseph Cabral, cura
beneficiado del partido de Balayan y vicario foráneo en esta provincia
de Balayan, y juez de comisión para la averiguación del milagro de Nuestra
Señora de Casaysay por el Ilustrísimo don fray Hernando Guerrero,
arzobispo metropolitano de estas islas y del Consejo de Su Majestad, hizo parecer ante
su merced a Juan Ynbin, sangley cristiano que a la sazón está en este dicho pueblo
de Casaysay, para tomarle su declaración en razón de dicho milagro.
Y estando presente el susodicho se le fue recibido juramento en forma de derecho
por Dios Nuestro Señor y la señal de la cruz, mediante Agustín Sico, sangley
cristiano, intérprete nombrado para dicho efecto. Y habiéndolo hecho prometió de
decir verdad, y dijo que lo que pasa en razón de lo que sabe y le su-
cedió es que habrá tres años poco más o menos que ha estado y [ha] asistido en este
dicho pueblo de Casaysay, haciendo oficio de cantero en la fábrica de la iglesia
de piedra de Nuestra Señora de Casaysay, y en las bóvedas que se hicieron asimis-
mo sobre el agua que llaman Santa, que están cerca de la dicha iglesia.
Y que estando actualmente cortando piedra para hacer un pretil o cerca
en el patio de la casa y espaldas de la dicha iglesia, una noche, estando en
su casa durmiendo le despertaron y llamaron. Y luego le prendió don Juan
de Cabrera, castellano de la Fuerza de Bonbon, atándole las manos. Y le llevó a este
declarante con los demás sangleyes que en este dicho pueblo había a la dicha
Fuerza de Bonbon, donde luego que llegó le pusieron una trompa al pescue-
zo, amarradas las manos como de antes, y le tuvieron en aquellas prisiones
hasta que el día siguiente, a las cinco de la tarde poco más o menos, llegó
el alcalde mayor de esta provincia de Balayan, y le dijo a este declaran-
te y a los demás sangleyes que con él estaban presos que, los cristianos se con-
fesasen y los infieles si quisiesen ser cristianos se bautizasen; que para eso
estaba allí el padre prior de Taal, porque todos habían de morir luego al punto.
Porque tenía orden del señor gobernador de estas islas para matarlos por el al-
zamiento general de los sangleyes. Y así este declarante se confesó con el
dicho prior de Taal fray Alonso Rodríguez, y se encomendó muy de veras
a Nuestra Señora la Virgen María de Casaysay pidiéndole le librase de la
muerte, pues le había servido tanto tiempo en su iglesia. Y que le sacaron
de la dicha Fuerza con la dicha trompa al pescuezo, y atadas las manos, y le
llevaron a la playa frontero y a vista de dicha Fuerza, que fue el lugar
Original Translated

[On the left margin] Juan Inbin's declaration, Christian Sangley
In the town of Casaysay, on the eighteenth of January
of the year sixteen forty, Master Joseph Cabral, priest
in charge of the district of Balayan and Advisory Vicar of this province
of Balayan, and commissioned judge for the investigation of the miracle of Our
Lady of Casaysay by the Illustrious Don Fray Hernando Guerrero,
metropolitan archbishop of these islands and the Council of His Majesty, ordered Juan Ynbin, Christian Sangley, who is currently in this town,
of Casaysay, appear before His Mercy, in order to take his declaration about the said miracle.
And being the named above present, he gave the proper oath
in the name of God Our Lord and the sign of the cross, with Agustín Sico's intervention,
who is a Christian Sangley, [and] the named translator for the given task. And having made it, he promised
to say the truth, and said the account of what he knows and what
happened to him. About three years ago, more or less, he has been serving in
the said town of Casaysay, in the office of stonecutter in the construction of the
stone church of Our Lady of Casaysay, and in the vault that were made likewise
on the [spring of] water, that they call Holy, which is near the said church.
And while he was actually cutting stone to make a fence
in the courtyard of the main building and in the back of the said church, one night,
he was awakened and called while he was sleeping. And then he was capture by Don Juan
de Cabrera, Castilian of the Fort of Bonbon, who tied his hands. And he took this
witness with the rest of the Sangleys who were in the said town to the
Fort of Bonbon, where they later placed a brace on his
neck and with his hands tied, as said before, had him in those prisons
until the next day. At five in the afternoon more or less,
the principal mayor arrived in this province of Balayan, and told his
witness and the other Sangleys with whom he was captured that the Christians
should make confession and the ones who were
heathens [and] wanted to become Christians could be baptized. And that for that end,
the Father Prior of Taal was there. Because they were all going to die later when the time came
because they had the order from the Señor Governor of these islands that they should be killed due to the
uprising of the Sangleys. And so this witness made confession with the
said Priest Prior of Taal, Fray Alonso Rodríguez, and he entrusted himself truthfully
to Our Lady the Virgin Mary of Casaysay, asking her to free him from
death, because he had served her for so long in her church. And [he said] that they took him out
from the said fort, with his neck brace and with his tied hands and they
took him to the shore that was in front of the said fort, which is where

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