San Miguel
- Title
- San Miguel
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- https://fromthepage.com/1762archive/a-digital-repatriation-of-a-lost-archive-of-the-spanish-pacific-the-library-of-the-convent-of-san-pablo-manila-1762/article/32175725
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- San Miguel
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- 32175725
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Found 9 Instances of "San Miguel" on 7 Pages
Inventarium Generale Omnium Librorum huius Bibliothecae Conventus Divi Pauli Manilensis Ord. Ermitarum S.P.S. August. in hac Provintia SS Nominis JESU Philipinarume.

Santa María, Vida de Antonio de Padua: 1
Villavivencio, Vida de San Pedro Mártir: 1
Granada, Vida y revelaciones de Santa Gertrudis: 2
Pineda, Vida de San Telmo: 1
Huerta, Vida de San Pedro de Alcántara: 1
Rocaberti, Vida de San Pío Quinto: 1
Florencia, Historia de Nuestra Señora de Loreto: 1
San Miguel, Vida del venerable Aparicio: 1
Mora, Vida del Hermita Juan Nicolás: 1
Vida del Padre Luis de Medina: 1
Colín, Vida del Padre Alonso Rodríguez: 1
Madre Constanza, Huerto celestial: 1
Arbiol, Desengaños místicos: 1
Andrade, Vida del Padre Francisco Aguado: 1
Roberto Belarmino, Opúsculo: 4
Froilan, de Institut. Novitiorum: 1
Fray Bartolomé de los Martíres, Doctrin. spirit: 1
Osorio, de Gloria et Novissima: 1
Peraldo, de Virtutibus et Vitiis: 2
Licino, Vita et justitia christiana: 1
Galloni, de Cruciatibus martyrum: 1
Radero, Viridarium sanctorum: 2
Compendio de los Milagros del Rosario: 1
Raulin, Doctrinale: 1
Nadal, Glorias del sacerdocio: 1
Jesús, Nombres de Christo sacramentado: 1
Fuentelapeña, Escuela de la verdad: 1
Posa, Ayudar a bien morir: 2
Fiol, Razones para convencer al pecador: 1

Medina in tres partes. Don Thomas. {2 Tomos. Cajon 4 (9). Estante 4 (3).}
Medina Instruccion de Confessores. {1 Tomo. Cajon 5 (8). Estante 6 (2).}
Medina summa Moral. {1 Tomo. Cajon 5 (8). Estante 4 (2).}
Meditaciones de la pasión de Cristo. {1 Tomo. Cajon 12 (4). Estante 6 (9).}
Melo in Lucam. {3 Tomos. Cajon 3. Estante 5 (3).}
Memorial Informatorio. {1 Tomo. Cajon 12 (4). Estante 5 (9).}
Memoriales del Señor Palafox y PP de la Compañía. {2 Tomos. Cajon 10 (7). Estante 3 (4).}
Mendez Dignidad de Maria summa. {1 Tomo. Cajon 9 (4). Estante 1 (4).}
Mendo Bulla Crutiata. {1 Tomo. Cajon 5 (8). Estante 2.}
Mendo Ordenanzas de las Ordenes Militares. {1 Tomo. Cajon 10 (7). Estante 4.}
Mendo sermones varios. {2 Tomos. Cajon 9 (11). Estante 5 (3 4).}
Mendoza. {5 Tomos. Cajon 3. Estante 2.}
Mendoza Quodlibetos. {1 Tomo. Cajon 4 (9). Estante 6 (4).}
Mendoza Vida de Via summa. {1 Tomo. Cajon 12 (4). Estante 6 (9).}
Meneses sugilatio Ingratitudinis. {1 Tomo. Cajon 3. Estante 3.}
Menochius expositio totius scriptura. {2 Tomos. Cajon 3. Estante 1.}
[Mentrida] Vocabulario Visaya. {1 Tomo. Cajon 6 (12). Estante 7 (9).}
Mercado in Dialecticam. {1 Tomo. Cajon 6 (13). Estante 2.}
Messa de Mensa Ciborum espiritualium. {1 Tomo. Cajon 3. Estante 1.}
Messena in Hieronim. {1 Tomo. Cajon 3. Estante 5.}
San Miguel Vida del [vale] Aparicio. {1 Tomo. Cajon 12 (4). Estante 6 (4).}
Minsingeri in Libri dos decretables. {1 Tomo. Cajon 10 (7). Estante 4 ([9])}
Miranda de Adan. {1 Tomo. Cajon 8 (10). Estante 4 (3).}
Miranda de Concepcion. {1 Tomo. Cajon 9 (11). Estante 6 ([4] 3).}
Missal Romano. {1 Tomo. Cajon 10 (7). Estante 3.}
Mobre Moral. {1 Tomo. Cajon 5 (8). Estante 6 (4).}
Moya Arismetica. {1 Tomo. Cajon 6 (14). Estante 4.}
Moya Philosophia secreta. {1 Tomo. Cajon 7 (6). Estante 5 (4).}
Moya selectas y la summa. {2 Tomos. Cajon 5 (8). Estante 3.}
Mercado cirugía. {1 Tomo. Cajon 6 (14). Estante 5 (4).}
Moles Philosophia Corp. Christi. {1 Tomo. Cajon 6 (13). Estante 3.}
Molina escuelas politicas. {1 Tomo. Cajon 7 (9). Estante 5 (4).}
Molina in una parte Don Thomas.{ 2 Tomos. Cajon 4 (9). Estante 5 (4).}
Molina de justicia. {2 (3) Tomos. Cajon 5 (8). Estante 4 (3).}
Molina de oración y sacerdotes. {2 Tomos. Cajon 12 (4). Estante 4 (3).}
Molina de Primogenitis.{ 1 Tomo. Cajon 11 (6). Estante 3.}
Molina de Ritu Nuptiarum. {1 Tomo. Cajon 10 (7). Estante 4.}
Carta del Padre Marcelo Francisco Mastrilli, sobre la conquista de Mindanao. Taytay, 1637

Las troneras de los enemigos y demás armas en particular
sompites, bacacayes, y piedras no tan presto se asomaba alguno de
Los a la plazuela de la estacada, cuanto quedaba luego
muerto o herido. Esta fue la causa porque habiendo peleado
buenas dos horas y mas no se pudo ganar la fuerza
En este tiempo los cuatro sacerdotes que subimos al cerro el
Padre[ [...]] de Barrios, el Fraile Agustino. el Capellán del Armada
y yo estuvimos al mismo puesto confesandos los heridos y ani-
mando los demás, yo aunque por todo el camino nunca que ni se a largar
mi estandarte el Santo Cristo y de San Francisco Javier: con todo eso al
tiempo de la pelea. entrando en fervor y zelo hice
me dicho y así me fue fuerza dar el estandarte a un soldado
el cual adelantandosemos arriba por orden mía, para que fuese
en guardia de la persona de su señoría que se me había esca-
pado para reconocer mas cerca la estacada; vino un ba-
laco que paso entrambos los lienzos de las sanitas imágenes
sin tocar pero Las figuras estaba entonces el [Ls.] con la cara
a la estacada, y ha sabido por via muy secreta el como no se
que aquel balaco iba en derecado del demonio a matar un
gran personaje y el santo que le estaba adelante se lo reparo [B]
viendo yo las cosas tan apretadas hice por mi parte un gran voto
al santo y después a voz alta dije a su señoría hiciese un voto
al mismo de hacerle una capilla en San Miguel. a lo que con gran-
dísimo animo y liberalidad respondió si Padre muy linda
muy hermosa se hara. Pareció me determinar esta iglesia por ser
del [Ls.] mas devoto y querido que tuvo San Francisco Javier en su
vida. No puedo negar, que fue muy grande la pena de mi
corazón en este tiempo: no por el miedo de las balas que volaban
propiamente como mosquitos y hacia un ruido por los arboles for-
midable , porque puedo afirmar con verdad al de que
nunca he tenido rastro de miedo en toda esta jornada gracias a Dios
[margen a la derecha]
A
lo que hizo viendo
el gran daño que
recibían los nuestros y
los muertos y heri-
dos, fue con notable
fervor romper la
sotana y que dando
desnudo hasta sin-
tiera, darse crueles
azotes para a placar
a nuestro [s.s] con su sangre
y alcanzar de su
Majestad trocase las
cosas, y diese a los
nuestros victoria como
el Señor Gobernador que quedo
pasmado con los demás
de tan nueva y
fervorosa acción
reconoce haberla
recebido de Dios
nuestros el día siguiente
por sus merecimientos
B.
el Padre Marcelo descu-
brió al mismo padre su
confesor como deseando
nuestro sirvir el mis-
terio de aquel balazo
y pidiéndolo con grande
instancia a dios nuestro señor
estando diciendo mi-
sa le manifesto cla-
ra y [disjustamente] que
aquel balazo iba
enderezado al Señor Gobernador
que estaba detras y
hubiera quitados la
vida si el gloriosos
Patron de la empresa
San Francisco Javier no le
hubiera reparado; y dijo que
fue tan interés a la claridad con
que se le mostró, y la alegría que
le causo, que apenas se podía
contener de iba [alargar] a su [S.a]

La cual cierto por haber sido muy larga y peligrosa nos ha dado mucho que padecer porque
cualquiera Isla que encontrábamos habíamos de rodearla forzosamente toda, y por
cualquier parte que que [fiesemos] ir, luego el viento se ponía a la proa; con
tres o cuatro baguios (que son tormentas des echas) en las Islas de negros,
de Mindoro y Marinduque; que fue milagro propiamente de Dios por
particular protección de San Francisco Javier escapar libres de todos princi-
palmente en lo que tuvimos en la Isla de Mindanao se nos vendió el árbol
y pasó un [rollero] por encima de la nuestra popa tan caliente y tan
nuevo a los Pilotos y marineros, que viendo lo de lejos venir sobre Las
aguas me llamaron aprisa para que lo con [hurase], como hice: y cierto no
pudo ser otra cosa que diabólica por declararse visiblemente autor de tantas
hazañas, estorbos, y contrariedades el gran diablo de Mindanao, que de su silla
con tanto valor había se señoría derribado.
Pero si visible fue la obra del enemigo en los peligros muchos mas patentes
y clara fue la protección divina y del nuestro [Ls].en los mismos: como cuando nos
libro de algunos bajos [de...dra] en la costa de Manila, a donde irrepara-
blemente habíamos en callado [y...a] un champan que se [ab...] de donde [...mudar]
mos sin saberlo un día antes: y otros muchos que por no cansar VR no re-
fiero. Dos veces tomamos refresco por el camino por acudir a los enfermos
una en Iloilo a donde los nuestros Padres nos regalaron con muchos novillos,
terneros, quesos, y gallinas; La otra en Panay por el capitán y alcalde mayor
Don Francisco de Frias. Al fin porque los vientos eran totalmente por proas,
y realmente su señoría había padecido tanto por el camino que bastantemente
Lo declararse con referir a V.R. lo que el mismo me afirmo que de cuan-
do había padecido y pasado en Flandes y otras partes por servicio de su majestad
ninguna cosa llegaba a lo que había sufrido tantos días embarcado en un cham-
pan. Se resolvió desembarcan en Tayabas con el sargento mayor Don Pedro
su sobrino y el Capitán Lorenzo Ugalde enfermos que tenían necesidad del
Cirujano, y de aquí fuimos por tierra dos días de camino hasta la laguna,
de donde por el rio llegamos a Manila los diez y nueve de Mayo yo me
que de en San Miguel, los enfermos en Manila y su señoría La misma noche
pasó
Información del gran milagro del pueblo de Caysasay [Casasui], 1619

[314] 359 17
Y dice más este dicho testigo que andando esta niña sola
rezando por estos lugares dichos, desde el último lugar
que está apartado en este montecito la acompañó la
Virgen gloriosa hasta cierta palma que está cerca del
rancho de este testigo, donde le dijo se fuese donde estaba
su padre, porque por tal le tiene la niña; y que cuando
fuese grande ella le ayudaría para que fuese buena. Y
cuenta más este dicho testigo le ha referido la niña que siendo
un día antes de cuando tenía este testigo determinado de
partirse para Cavite, le dijo la Virgen a esta niña
que le dijese a su padre no se partiese por lo menos en
aquellos tres días, que no tendría buen viaje; que después cuando
se fuese lo tendría bueno. Y dice más, que siendo esta niña
tan medrosa y habiéndolo sido siempre, siendo ya cerca de la
oración jamás se apartaba un paso de donde estaba su padre,
pero que desde que la primera vez vio a la Virgen, que fue
el segundo día que llegó aquí, cada día con ser estos lugares
fragosos y como bosques y peñascos y espesuras de arboledas,
no ha reparado jamás en andarse por estos lugares sola
por más de noche que sea. Y así cuenta este testigo ha visto
por cinco veces esta niña a la Virgen gloriosa en distin-
tos días.
Y luego incontinente pareciendo ante los dichos padres fray
Juan Bautista de Montoya y fray Gabriel de Rojas,
Felipa de San Miguel, mujer del sobredicho Joan de
Caraballo, habitante en la dicha punta de Cavite, y habi-
éndosele recibido juramento por Dios Nuestro Señor, sobre la
señal de la cruz que hizo con su mano derecha, debajo
del dicho juramento afirmó haber visto todo lo
mismo que el dicho Joan de Caraballo su marido ha visto, y
ni más ni menos. Afirmó haber visto a la dicha niña a quien
tienen prohijada ella y su marido, todo lo mismo que
ha dicho el dicho Joan de Caraballo su marido. Demás de lo cual
Carta apologética, probablemente de Francisco Combés sobre la controversia sobre el sermón de Francisco Solier en el que acusa a los frailes de maltratar de los indígenas

que se añada mucho ardor. Que de esto están de manifiesto
los santos padres que no son maestros: Jerónimo, Cipriano,
Crisólogo [s] y León, otro sin número. Y de ese dictamen
siempre quiso ser maestra la ineptitud y los ignorantes o
envidiosos. Cuanto ignoran, blasfeman, dijo San Judas
in sua epistola número 10. Que cum que ignorant blasphemant. Mire que
esos discursos son para arrastrar vulgo y que no se saca
otro fruto que murmuración o el gusto de oírla. Y que fuera
mejor que salieran cabizbajos por sus pecados, queriéndose
por la picazón. Deje eso de revelaciones, que el que las tiene no las
dice porque los secretos del gran rey son sacramentos que
no se han de revelar. Y borre aquello de la celda porque no
viene con su sermón. Que con esto Dios le dará su espíritu. Pliegue
a Dios amén. Mortifíquese vuestra paternidad reverenda y padezca la disciplina
que ha dado. Y entienda que de los ministros superiores se debe
hablar con el decoro y cortesanía que pide la dignidad
y representación de la majestad de un rey tan clemente, benigno,
piadoso y catolicísimo; a quien no debió causar de injusto
e inicuo en los tributos del papel sellado y media anata;
que expende en defensa de la fe con todo su patrimonio;
y reconocer que es su vasallo capellán y súbdito que le sustenta,
alimenta y conserva y muchas de las provincias de su
sagrada religión, que es de las más beneficiadas de su
grandeza real y que fue pecado más que de ingratitud.
Deseo saber un francés, inglés o holandés [que] pudiera destemplarse
más ni reprimirse menos. Aprenda, pues, de las antorchas
más brillantes de la iglesia de San Gregorio Nacianceno
[in Julian orat 1 et 2]. Que, con elegantes apóstrofes,
panegiriza al Emperador Constancio, siendo hereje y que
sangrientamente persiguió a los mayores santos, como refiere
el gran Cardenal César Baronio en el [tercer tomo] de sus anales
[ann, 361, número 21 et seqq folio 10, 28 et seqq]. Y de San Dionisio,
Alejandrino que llamó santísimos a los emperadores
Valeriano y Galieno siendo sacrílegos, nefandos
e impíos. Apud eundem Baronium, [2.º tomo, ann Christi 260],
número 22, página 683. Porque basta ser imágenes y retratos de
Dios para que sean venerados con respectos reverentes,
por mal pintadas que estén. Que no se atiende a la figura sino
a lo figurado. Y procede en términos tan precisos esta obligación.
Que no sólo se deben los obsequios respetuosos al que es
actual superior, sino al que lo ha sido, aunque sea un demonio
altercando. San Miguel, según refiere San Judas en su epístola
número 9 sobre el cuerpo del profeta Moisés, no se atrevió el valiente
arcángel a injuriarle, blasfemarle, ni calumniarle,
sino que remitió a Dios la determinación de la controversia
reñida. Cum Michael (escribe la apostólica pluma) Archangelus
cum diabolo disputans altercaretur de Moysi
corpore non est ausus judicium inferre blasphemiae: sed dixit
Levantamiento de Ilocos y Pangasinan

de Vigan, donde estaba ya el sampán del alcalde.
Y había llegado también el padre visitador, y luego fue Fray Gonzalo con
intento de ir [a] hablar a su hijo Magsanop. Y encontrándose con
los padres Fray Joseph Polanco, Fray Joseph de Mendoza, Fray Domingo de
San Miguel [y] Fray Lorenzo de Herrera en Agayayos les dio una fraterna,
diciéndoles que los frailes mozos habían perdido [en] Amianan.
Y era por el informe de los de Batac que nos aseguraron [que]
no habían tenido un día de descanso desde la entrada
del zambal en Vigan. Lo primero fueron todos a Bacarrá
con los dichos criados del señor obispo. Y algunos pasaron a Pasuquin
para irse a Cagayán. Y Don Juan [Matan], que sabía lo que [habérselo
impedido]. Luego se volvieron a Bacarrá donde se hallaron
nueve religiosos, que todos pudieron perecer allí. Después a Laoag,
Batac, Paoay. Aquí dicen [que] hubo mucho que ver porque había quien
andaba todo el día con el freno en la mano el difunto en todas
consultas que hacían, habiendo elegido en una por prelado al padre
prior de Laoag, Fray Luis de Medina. Siempre sentía el dejar sus
ovejas por cuyo amor murió de esta manera. Según pude averiguar,
se volvió de Laoag a su pueblo donde asistió a los
indios. Y el Día de la Candelaria, les dijo misa y predicó (en este tiempo
ya nosotros estábamos libres en Narvacan). Y sabiendo [que] venían
los enemigos, tuvo su caballo ensillado. Y le detuvieron, diciéndole [que]
le guardarían. Le llevaron a una casa de un cantor que me
dijo le había hallado allí cuando llegó de Laoag, que había ido allí
a no se qué. Trataba el padre Fray Joseph de esconderse o huirse si
{Al margen izquierdo: El padre Fray Joseph Arias, prior de Bacarrá, murió a lanzadas por los zambales, Día de la Candelaria, año de 1660.}
pudiera, diciendo no temía morir pero que hay muchos pecados [que] le
afligían. El cantor le dijo que a ser de noche pudiera librarle,
pero que ¿cómo lo había de hacer si los enemigos estaban ya en [el]
pueblo? Estando en esto, dice [que] vino un [indio] a avisarle que si no
echaba al padre de casa perecería él también. Con que llevó este
cantor al padre Fray Joseph a la casa de su madre, que era pequeña
y estaba vacía. Allí envió Don Tomás Bisaya orden que le metiesen
en la petaca. Dicen [que] fue allí el mulato que sirvió