Puebla
- Title
- Puebla
- category
- Places -- Mexico -- Places
- isBasedOnUrl
- https://fromthepage.com/1762archive/a-digital-repatriation-of-a-lost-archive-of-the-spanish-pacific-the-library-of-the-convent-of-san-pablo-manila-1762/article/32077440
- targetUrl
- https://www.google.com/maps/place/Puebla,+Mexico/@19.04506239278671, -98.2352581369214,8z/
- name
- Puebla
- contentUrl
- 32077440
- location
- 19.04506239278671, -98.2352581369214
- valueMinLength
- 217
- valueMaxLength
- 1259
- description
- The city was founded in 1531 in an area called Cuetlaxcoapan, which means "where serpents change their skin", between two of the main indigenous settlements at the time, Tlaxcala and Cholula.[3] This valley was not populated in the 16th century, as in the pre-Hispanic period this area was primarily used for the "flower wars" between a number of populations.[4] The foundation of Puebla begins with a letter from the bishop of Tlaxcala in 1530, Julián Garcés, to the Spanish queen outlining the need for a Spanish settlement between Mexico City and the port of Veracruz.[8] According to legend, the bishop had a dream about where to build the city. In this dream, he saw a valley with woods and meadows crossed by a clear river and dotted with fresh-water springs on fertile land. While he was contemplating this scenery, he supposedly saw a group of angels descend from heaven and trace out the city. Convinced he had seen a divine vision, he celebrated Mass, and took some of the brothers out in search of the place. Five leagues from the monastery he declared they had found the place shown in the dream. This legend is the source of Puebla's original name, Puebla de los Ángeles, and its current nickname Angelópolis (literally, City of Angels).[3][9]
- numberOfItems
- 6
Location of Puebla
Found 20 Instances of "Puebla" on 10 Pages
Inventarium Generale Omnium Librorum huius Bibliothecae Conventus Divi Pauli Manilensis Ord. Ermitarum S.P.S. August. in hac Provintia SS Nominis JESU Philipinarume.

Murga, de Privatione sepulture: 1
García, Tractatus de beneficiis: 1
Solórzano, Compendio: 1
Orozco, de Beatif. et Canonicat.: 1
Abad Panormitano, Opera: 8
Estante 5
Alegaciones de la Iglesia de la Puebla: 1 tomo
Guaranta, Summa bullar. pontif: 1
Vivaldo, Candelabru Aurerim: 1
Agia, de Auxiliis Exhibendis: 1
Trullo, expos. nostae regulae: 1
Salcedo, Curia eclesiástica: 1
Lucarino, Tract. episcopal: 1
Angeles, Comp. judicial y privil. regular: 2
Vitalia de testibus monendis: 1
Aldrete, de Exemps. regular: 1
Thomas, A Jesu comentar. in reg. carmelit: 1
Cordubense, Comentar. in reg. carmelit: 1
Lazarus, Quest. practicas: 1
Lantusca, Teatrum regularium: 1
Scot., Vocabular Utriusque juris: 1
Cartagena, Exposit tit. juris canon: 1
López, de Excelens. clericoru:
Hinojosa, Decret. decisiones regul: 1

Ayeta Cristo dela Verdad. 1 Tomo, Cajones 10 (7), estante 4
Ayllon Addiciones de Antonio (¿) Gomes. 1 Tomo. Cajones 11 (6), estante 3
Alagona in P.D. Thomas. 1 Tomo. Cajones 4 (9), estante 6 (4)
Alanus in evangelium. 1 Tomo, Cajones 2 (1), estante 6 (3)
Alarde similitudines Biblia. 1 Tomo. Cajones 2 (1), estante 6 (4)
Albarado Arte de bien (¿). 1 Tomo. Cajones 12 (4), estante 5
Alvarez In Ysayam (¿). 1 Tomo. Cajones 2 (1), estante 5 (4)
Albertus magnus. 21 Tomo. Cajones 1 (2), estante 3
Albertino de Angelo Castode (¿). 1 Tomo. Cajones 12 (4), estante 6 (9)
Albis in 1 Parte. 1 Tomo, Cajones 4 (9), estante 4 (3)
Alcázar in Appolipsim (¿). 1 Tomo. Cajones 3, estante 3 (2)
Alciato Jurista. 2 Tomos. Cajones 11 (6), estante 3
Alderete y Antigüedad y origen dé de España. 2 Tomos. Cajones 7 (4), estante 4
Alderete de ejempló (¿) Regular. 1 Tomo. Cajones 10 (7), estante 5
Alegaciones dela y ola (¿) dela Puebla. 1 Tomo. Cajones 10 (7), estante 5
Aellio Gobierno Moral. 1 Tomo. Cajones 7 (9), estante 6 (4)
Alexander Raudensis de Analog ynunc et equivoc. 1 Tomo. Cajones 10 (7), estante 4 (9)
Altars Gobierno Ecclesiastico. 1 Tomo. Cajones 12 (4), estante 5
Aliaga Opera. 4 Tomo. Cajones 4 (9), estante 3
Alicarnason Antiquitania romanum. 1 Tomo. Cajones 7 (9), estante 3 (2)
Allozaflores summatum. 1 Tomo, Cajones 5 (8), estante 5 (4)
Almanaca Dominicos. 1 Tomo. Cajones 5 (8), estante 5 (4)
Almeyda Sermones varios. 2 Tomos. Cajones 9 (11), estante 5 (2)
Almonazzd el Abulensse Illustrado. 1 Tomo. Cajones 9 (11), estante 1
Alonso sumulas. 1 Tomo. Cajones 6 (14), estante 3
Alphabeto Monacal. 1 Tomo. Cajones 12 (4), estante 6 (9)
Alvarez Silva espiritual. 2 Tomo. Cajones 12 (4), estante 5 (4)
Alvarez de Vita (¿) Religiosa. 1 Tomo. Cajones 12 (4), estante 5 (4)
D. Ambroius. 1 Tomo. Cajones 12, estante 3
Ambrosio Calupino diccionario. 1 Tomo, cajones 6 (13), estante 1
Ameryugo Rectorica Sagrada. 1 Tomo, Cajones 9 (11), estante 3 (2)
Amin.na de Vita Romanor.en et Imperator.en 1 Tomo. Cajones 7 (4), estante 2 (1)
Amorafa Inltruec.n del pecador. 1 Tomo. Cajones 9 (11), estante 1
Anania in 5 libros Decretalium. 1 Tomo, cajones 10 (7), estante 2
Guía para el Padre Comisario que fuere a procurar agustinos para las misiones en Filipinas

ante los oficiales reales, y estos hacen la reseña y
se responde por los papeleros arriba mencionados.
Y concluida esta función, que se vayan a México
de ocho con ocho y cuando más diez en cada tropa.
Dáseles a razón de 10 pesos por cabeza: y también
chocolate de él que sobre del viaje, y un superior en cada tropa
que la rija y haga el gasto. Y en todos estos
viajes no omita el comisario la ordinaria predicación de
que vayan con modestia y den buen ejemplo, y los avisos
de algunas cosas del camino, como que en la Puebla se detienen
siempre a descansar las mulas un día, y en el
vayan juntos, y den beneficio al prior del convento con urbanidad
y con la misma le beban el chocolate. Y que no digan
mal de nada, que es cosa odiosa. Que en alabar las cosas
materiales, no hay mucho inconveniente aunque no sean
muy primorosas y se hacen bien vistos. Que en alabar
las morales hay más peligro, mas no encallar y no juzgar
de ellas, y que no alaben las de España.
[No se] aquí el comisario que como se dijo importa
más de lo que pensara el desembarcarse luego que de
fondo el navío, lo primero para que alcance el aviso
que se hace por el correo, y en el escribir a México
al hospicio y amigos. Lo segundo que hace más al caso
es porque el conde de la Monclova dejó asentado en
la Veracruz, que oficiales reales no den un real

la primer tropa y la abra en llegando a México. Ítem
enviará otro nombramiento en que señale uno como
superior [que] presida en el coro; y refectorio, un lector
de artes otro [de prima] de teología escolástica
otro de vísperas de teología moral; y señalará
los estudiantes teólogos y los artistas. Y en fin a él
que fuere superior en el ínterin encargará,
que ya por defecto de hábitos ya con otros pretextos
procure divertirlos en casa sin ir a México
hasta que llegue su comisario que el coro sea rezado,
que los hermanos oigan su misa, y no falten a las
comisiones de la constitución, y en lo demás que
se huelguen, recreen en casa y en el campo y no comiencen
el estudio si quince, o veinte días después
de llegados. Si hay presidente en el hospicio
él suplirá los gastos, sino al superior se le adeudar
crédito en México para que se sustente mientras
llega el comisario, y si reconoce en él alguno
talento para procurador a este se le ha de encomendar
el gasto de la misión. Con cada tropa es bien
bajan dos o tres mulas de carga con las camas,
porque Nueva España no tiene mesones con ellas
sino en la Puebla, y si no llevan camas mal
para sus huesos. Desde la Veracruz se les advierta
que en llegando a México han de decir cada
mes 15 misas al uso de la provincia, lo cual

por los días de fiestas no solo entre los sacerdotes, sino
entre los hermanos que tuvieren habilidad, con condición
que uno de los lectores vea antes el sermón, y con esto
deje los predicar sin escrúpulo. Más no permita
sino amas no poder, que ningún predicador se encomiende
sermón de fuera, que tiene muchos inconvenientes,
y así con arte procure evitar admitan sermones,
mire que le pesara, si en esto se descuida.
Después que haya visitado la primera vez al
padre provincial de México, a la segunda le presentará
su patente del padre general, y cortésmente le pedirá licencia
para llevar los religiosos que quisieren pasar a Filipinas
y le rogara publique en los conventos de México
y la Puebla la convocatoria. Y asimismo escribirá
al provincial de Michoacán enviándole un tanto
de la patente y convocatoria, y esto no lo omita,
aunque vea que son pocos los que se mueven a venir, o
que tiene llena la misión lo uno por no privarse
traer algún buen sujeto, lo otro por ser cosa muy
odiosa el no hacer en cada provincia sus diligencias que
después de hechasr, no está obligado a traer sino a los
que fueren a propósito. Más abra bien los ojos, por
haber en las Indias aún mayores engaños que en España

trastos de cocina. Encomiende al encomendero que de los que
van de Filipinas se suelen hallar suficientes, y si no llevarlos
de México según las memorias que viéndolas
con atención en México con tiempo prevendrá mucho.
De la Puebla se suele sacar el bizcocho y menestras,
mas no es necesario que para estas cosas vaya religioso
a la Puebla, que en México se hallan los mercaderes
de estas cosas, y allí se hace con ellos el trato y lo remiten
a Acapulco. Sus precios no se le pueden ocultar por
lo que corre entre los que caminan a Acapulco. Y en fin
concierta arriero que ha de llevar el matalotaje y ropa
de la misión, y trata de irlo aviando para el puerto.
Antes de salir de México, no se puede dejar
de advertir el yerro de algunos comisarios que para divertir
a los frailes, les han permitido que hagan comedias
o entremeses. Este medio es muy indecoroso a una misión
religiosa. Y así en caso de que alguno se lo proponga
lo abomine el comisario, porque es contra constitución,
y parece muy mal en sujetos que van a convertir
infieles. Y del se seguirá infaliblemente que muchos irán
a México a buscar cosas para el festín, y se publica
y vendrá harta gente novelera a ver a los misioneros hechos
truhanes y hazmerreír. Dígales que los divertimentos decentes
de los misioneros son sermones, actos literarios, que si quisieren
tenerlos, convidara teólogos que los vengan{,} [a a]

más. Si vuestra reverencia no trajera tantos por ventura
podrá ahorrar.
{Al margen izquierdo: 21 Con los superiores de México}
De suma importancia es guardar buena
correspondencia con los superiores de México para
que los de Filipinas vivan en tres y de dos en dos,
para que no salgan de casa con los de allá, para
que haya cuidado con ellos y no se maleen en
México, como ya ha acontecido. Y más peligro
hay en la Puebla. Y por eso puse yo toda eficacia,
en que ninguno quedase allá, que fuera
perdición.
{Al margen izquierdo: 22. Seglares con tiento}
En traer seglares tuve gran tiento, mirando
por primer principio en el buen natural, y probándolos
muy bien, y parece me hizo Dios merced
en esto.
{Al margen izquierdo: 23. Candelas}
Cantidad de candelas es menester embarcar
en la primera navegación han de ser de sebo. En la segunda
me parece que sean de cera, porque las de sebo (como
yo experimenté) no sirven, y es dinero malgastado,
y con lo mismo que segaste en cera hay
bastante.
{Al margen izquierdo: 24. Vestidos de Filipinas}
Mucho convendría, que a la vuelta hallase vuestra reverencia
en México algunas sotanas, calzones, jubones,
y medias de Filipinas, que a mí me hizo
Información hecha por el Padre Fray Antonio de Porras. Panay, 1624

el dicho pescado para lo cual metió un dedo de su
mano en el gaznate del susodicho y atentado el dicho
pescado que no podía ir para dentro ni para fuera
y que estaba muy arraigado no le atrevió este testigo
a sacarlo y a este tiempo fue a la dicha casa el
dicho padre juez y vicario y habiendo confesado se
con él el dicho Luis Alangan por señas respeto
de que no podía hablar según dicho tiene [le ató] al
susodicho el dicho padre vicario un [panesito] del
bienaventurado San Nicolas de Tolentino en la
garganta y le dijo que se encomendase muy de
verás al santo y tuviese confianza de que le había
de librar del aquel trabajo y que habiendo pasado
esto en presencia de este testigo se salió el dicho padre
vicario de la dicha casa y juntamente este testigo dejando
al dicho Luis Alangan como cosa muerta
y con el dicho [panesito] en su cuello y después
de pasado lo dicho el mismo día como a las tres
de la tarde se publicó en este dicho pueblo que
el dicho Luis Alangan sin trabajo ninguno metiendo
los dedos en su boca había sacado
fuera el dicho pescado y esto mismo oyó decir
este testigo al dicho padre juez y vicario en
frente de la casa y morada de la Capitán Andrés
Fernández de Puebla justicia mayor y cabo de
la guerra de este río y en mano propia del
dicho padre vicario [vido] este testigo con otros
españoles que estaban presentes un pescado
muy escamoso y espinoso que dijeron llamarse
Poyo y que este nombre le daban los bisayas
y el dicho padre vicario dijo a los [circunstantes]

de otros españoles en la casa y morada del Capitán Andrés [Hernández]
de Puebla justicia mayor y cabo de la guerra de este dicho pueblo oyó
hablar al dicho padre juez y vicario [que venía] diciendo
por la calle que por intercesión de San Nicolas estaba
libre del pescado el dicho Luis Alangan. Y bajando a la calle
este testigo y los demás españoles que allí se hallaron, vieron
en manos propias del dicho padre juez y vicario el
dicho pescado el cual era escamoso y con muchas espinas por
el cerro y lomo y tendría de largo cinco dedos poco más
o menos y de ancho más de dos dedos y oyó decir que le
llamaban los bisayas Poyo y al mismo padre juez
vicario oyó este testigo que el dicho pescado era el que había tenido
atravesado en el gaznate el dicho Luis Alangan el cual metiendo
sus dedos dentro lo había sacado afuera sin trabajo ninguno
cosa de que se quedó este testigo admirado y lo atribuyó
él y los demás a milagro que nuestro [señor] hizo por ruegos
y méritos de San Nicolás y de [ese] bendito pan y así lo entiende
este testigo y no lo atribuye a otra cosa. Y esto es lo que sabe
y es la verdad para el juramento que tiene fecho en que
se afirmó y [ratificó] y dijo ser de edad de treinta y cuatro
años y que no le tocan las generales y lo firmó de su nombre
con el dicho padre juez y vicario.
Fray Antonio de Porras Cristóbal Petite
Ante mí
Juan Bautista R.es
notario público