europeos
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- europeos
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- People -- Ethnicity
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- europeos
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- 32101146
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Relación de la muerte y honorífico entierro del Ilustrísimo y Reverentísimo Señor M.B. F. Álvaro de Benavente, Obispo Ascalonense y Vicario Apostólico de la Provincia de Kiangsi [Jiangxi]. 17 de abril del 1709.

devota pausa el miserere. Tomaron el féretro en sus hombres quatro Venera-
bles sacerdotes, que ocuparon el intermedio de toda la clerecía: Siguio por ultimo a esta
magnifica Pompa y Majestuoso concurso el tercio militar de la infanteria a son tris-
tede tambores destemplados : sin cesar aun por breve tiempo los dolorosos y penetrantes
clamores de las campanas, como tampoco el estruendo de la artillería. El orden, el
concierto , el silencio , la compassion , el dolor de ver que tan presto les faltaba a quien
tanto amaban , fue el mayor que se puede hallar en otro semejante acompañamiento.
La gente que por los balcones, y bocas calles miraba era muchísima especialmente de
Chinos infieles que no satisfechos de ver lo en una calle daban la vuelta por otra para
volverlo [aminar] y aun admirar ; sin duda con mucho exemplo de todos asi Europeos
como Chinos, y asi Cristianos, como gentiles : con esta magnificencia y aparato tan lucido
entro la procesión en la Iglesia del Gran Padre San Agustin y puesto el cadaver sobre una alta
resplandeciente y rica tumba, el [Dean] y Cabildo entornó el responso, que
acabado se despidió con la demás clerecía. Luego comenzo La Misa el Joan
de Rosa Prior de dicho Convento de ; acabada que fue la Misa, que
oficio, la musica en tono compasivo y doloroso, y dichos los demás oficios fue sepultado
a que vecina por muchos siglos en el corazon de los suyos en el mejor y mas principal lu-
gar de la Capilla mayor Dio fin a todo el escuadrón disparando sus mosquetes.
Concluida esta función luego el
estado que estaban antes morir , que todas eran de la Orden y muchas mas que tubie-
ra también lo fueran ; pero que si sobre ellas habia de haber después el mas mínimo
embarazo, las renunciaba todas desde luego ; que si su excelencia tenia alguna disposi-
ción, que hacer sobre ellas, solo le restaba obedecer ; pero sino que con su licencia dis-
pondría de ellos. Respondió dicho señor Patriarca nombrando o señalado un Misi-
onario de la por Notario, para que hiciese inventario de ellas, como de
echo se hizo con poco trabajo por ser tan corto el numero de sus cosas y de tan pobre
calidad, cual competía, no aun obispo sino aun Religioso muy pobre ; y porque no
le faltase a lo real y físico las formalidad de pobre, nada era suyo y todo era de la Or-
den, y por eso nunca pudo (como algunos juzgaron) hacer testamento, verificandose de
dicho señor, lo que se dice de el Gran testamentum nullum fecit; quia Unde
faceret Cristi pauper non habuit: hizo solo na Ultima declaración que segun dicho se
ñor Así había dicho al Vicario se reduzca a decir que todo lo que tenia era de Or-
den de ; quien como todos saben le entrego [ad Ulcim]todas las alaja, que siendo Provincial
de la Provincia de Filipinas tenia a su uso y otras mas y le asistió no solo con lo necesario para
venir a China y consagrarse sino también con el sustento de algunos años hasta que las
Carta anónima e incompleta de un agustino en el sur de China. Ca. 1687

la provincia de Che Kiang in mediata a la de Nan King que dijeran ser religiosa
de la [compañia] y matemáticos, y que si lo recibían en China sequesarian [lo
da] su vida en ella. El corregidor los los aseguró, y dio [ha sido] al virrey de la provincia,
y envío el memorial al [emperador], y de su real mano se remitió al
consejo de Ritos de donde salío decreto, que los padres matemáticos, sus libros, [sus]
instrumentos se vuelvan a Europa, y que se guarden todos los puertos que no entre
Europeo alguno. Difícil parece de creer que los dichos cinco padres sean verdaderos
padres de la compañia y hagan semejante oposición a los reverendos padres de la cortes
también se teme grande persecución por parte de la chinas por cuanto el Mascobita
esta a la vista del gran muro de china con un ejercito de cincuenta
mil hombres, y ha enviado a Peking un embajador al emperador de china pidiéndole
cuatro capítulos el primero la satisfacción de cierto agravio, que años
pasados se hizo a otro embajador el Mascobita envío a la corte de aquel imperio.
El segundo que se les abra el comercio que hasta ahora se les ha negado. El tercero
la entrega de ciertas ciudades que están fuera del muro a que [alegan]
derecho muy antiguo. El cuarto le pide unas fortalezas, y laguna [Celebes]
donde se cogen con grande abundancia ricas perlas. El emperador le concedió [con g]
de liberalidad todo lo que pedía, pero el embajador no ha aceptado porque
dice ser solo vice embajador, y es preciso dar antes cuenta al [primos]
que viene con el ejercito, de donde se discurre, que el intento el otro y que [a]
pretexto de embajada juzgando que no concedería el emperador lo que pedía, [Vie]
a declarar sangrienta guerra; el emperador esta con grande miedo, la
corte medio alborotada y los religiosos en gran peligro porque las Moscobitas
colgado en el pecho [margen izquierda] traen todos un crucifijo patente con que las chinas juzgan que somos todos [d]
una misma religión y facción. Y aunque los padres de la corte de Peking no [cosan]
de persuadir al emperador que aunque somos Europeos no somos todos chinos
antes si enemigos por ser cismáticos inobedientes a la santa iglesia romana,
y se teme persuadan al emperador que somos espías y enemigos en cubiertos
y que han hecho tantos cristianos los misionarios [paracer]
gente y levantarse con el reino. Y así si el Moscovita declara
guerra es muy [verosímil] se levante persecución contra los religiosos porque
así se practica ya en los tribunales de la corte de Pe King y [expenal]
el tribunal de Lipu, que es como congregación de Ritos, en el cual ha salido [conde]
da una [seta] de las de China que exhorta a la Anarquia, y dos [obediencia] a los
Relación de los sucesos de esta nuestra misión de la Orden de Predicadores en China en este año de 1682

a abrazar rendidos nuestra santa fe crecidos manojos de es-
pigas nos prometíamos este año, según las disposiciones en mu-
chos se descubrían. Como la envidia del enemigo de todo lo
bueno, no había de clavar aquellos ojos teniéndolo por blanco
principal de sus iras? Así lo hizo, tomando por instrumento
aun corredigor que vino de nuevo a dicha villa, que si en lo sediento
de plata es como todos; en la malicia entiendo, es más que otro
ninguno. Residía yo entonces en aquella iglesia, y con el deseo
de continuar la paz en que la había hallado, procuré esmerarme
en que no se faltase con dicho corregidor al menor ápice de los
cumplimientos que piden las leyes de la urbanidad chinesca;
sin acortarme aun en lo que toca a los presentes o regalos, por
hallarme como me hallaba con provisión de algunas curiosidades,
que poco antes me habían llegado de Manila. Todo no basto para
que dicho corregidor aunque al principio se mostró suave
al primer lance no se torciese dándonos en retorno desabridos
ratos, que pudo bien asegurar los europeos, de que si en China
se toca a labrar cruces; tienen habilidad sus naturales
para dar a [tener] muy subidos de punto los amargones.
[2] El corregidor de la villa de Ningtē que esta cercana a la
de Fogān al cual tenía visitado y agasajado el Padre Fray Pedro de la
Piñuela; porque en ausencia de este el Padre Fray Lucas Estevan, que
quedó en su lugar en la iglesia que allí tienen los Padres de San
Francisco no le ofreció presente, como es costumbre en el día de su
natal, no obstante que no fue descuido de dicho Padre sino yerro
del catequista, y otros cristianos que poco esta distas por fiaron
en que no era menester; el tal corregidor en muestra de su
sentimiento público un edicto a los primeros de diciembre
del año pasado de ochenta y uno, el cual mandó fijar a la
puerta de la iglesia , y era del tenor siguiente.
Yo, el corregidor de esta villa de Ningtē por cuanto me consta
que la ley de Dios es mala, siniestra, y pervertidora de la [verdad]
y de toda y buena ley, y que sus secuaces pervierten la plene to-
do lo cual necesita del remedio; y como a tal la del tierro de estes
territorio para que pose el pueblo de paz; y quietud en
sus negocios. Y por que me consta que unos hombres naturales
de Europa han exigido dentro de esta villa templo de dicha ley
con

a su parecer sacaría de los europeos podría salir de empeñas,
y dar un refresco a su sedienta codicia con las esperanzas
que en virtud de esto le aseguro su ceigo apetito. Recibió de
tan buen semblante la propuesta desde Ningtē, que sin o-
frecer sele cosa en contra publicó luego el edicto siguiente.
Yo, el corregidor de la villa de Fogān, vedando con todo ri-
gor errores de gente, para que se proceda rectamente en
materias de doctrina, advierto que así nobles como plebeyos de-
ben guardar la doctrina del Confucio, teniendo lo demás por
herejía, y doctrina descaminada; de que así los hombres de
letras como la gente ordinaria debe igualmente huir. =Habi-
endo pues llegado a mi noticia como parte de los vasallos
de esta villa, y algunas mujeres siguen la ley de Dios. Digo que
no hay necesidad de ponerse a averiguar por menor que ley
sea esta, porque absolutamente es una [quimeria] invención que
pervierte a los hombres y una superstición errónea, y desca-
minada destruidora de las leyes y buenas costumbres. Si
la ley de Dios es [resanta], y digna de colocarse entre las que
no dieron los hombres [os] las [santos] y insignes en virtud como
no llega a ser tan [re..id] buena como la de Foe. ni como la de
Laotān (son dos ídolos) de ninguno de tantos hombres cele-
bres [gran] en sabiduría, y agudeza de entendimiento co-
mo ha habido en los siglos pasados, se dice que haya seguido
esta ley, pues que necesidad hay ahora de que la gente de un rin-
con del mundo salga a manifestarla, y dar nos noticia de
ella? Su reino es delicioso y bien aventurado, que apete-
cen pues en este que carece de esas calidades? Y en su rei-
no hay aun gente ignorante por que no se vuelven a enseñar-
los. Que dicha ley sea errónea , y opuesta a la verdad estan
claro, que no es menester que los juzguen los prudentes para co-
nocerlo. Y asi fundado en la razón y ley con que debo diri-
gir al pueblo y reprimir a quien le pervierte, debiera echar
mano del rigor, más considerando por ahora, lo uno gran
acausada esta [esta] villa, lo otro la ignorancia de la plebe,
quiere echar por el camino de la benignidad, y clemencia en
su dirección y enseñanza. Por tanto aviso, y amonesto a
todos

[10] Luego que se reconció la dañada intención de tal corregidor y que
el [dragón] infernal que le incitaba tan al descubierto extendía
las guerras para despedazar aquel pobre rebaño: se acudió lo pri-
mero a buscar el principal remedio que era y lo es siempre
el encomendarlo a Dios, lo cual los cristianos y cristianas
pusieron en ejecución con tanto fervor que juzgo que en muchas
partes los ejercicios de rosarios, y letanías se alcanzaban unos
a otros con poca o ninguna interrupción, en cuanto a ayunos, y o-
tras mortificaciones también entiendo que por años enteros se
hacían los votos, y promesas para aplacar a Dios. Al mismo ti-
empo se procuraban buscar algunos medios humanos para que
por ellos como instrumentos, se dignase la piedad divina de re-
mediar tantos males, como ya se padecían, y no llegase el golpe
de los que amenazaban. Pareció acertado el recurrir al gobernador
de la ciudad de Foning a donde pertenecen, y están subordi-
nados las dos villas de Fogān, y Ningtē. Fue a visitarle el
Padre Fray Francisco Varo que residía entoces en dicha ciudad informó-
le de todo lo referido y por tenerle agasajado se atrevió a pe-
dirle, que favoreciese nuestra causa, pues el hacer lo sería defen-
der la verdad extraño mucho El Gobernador la acción de los dos corregidores
ponderando que aún en tiempo de la persecución pasada de la corte
no se había hablado con palabras tan indecentes de la Ley de
Dios, y mostrándose desabrido contra los dos corregidores,
ofreció que se despacharía un decreto en favor nuestro, como
lo hizo del tenor siguiente.
Yo El Gobernador de la ciudad de Foning doy este decreto
para la paz, y sosiego de los europeos que el año cinco del emperador
volvieron a sus iglesias, y el año diez y seis recibieron de dicho
emperador un rótulo honorífico, para poner en el frontispicio de
ellas. Habiendo pues aderezádoles de nuevo y puesto dicho
rótulo, y estando quietos en la ejecución, y observancia
de su ministerio, ha sucedido al presente quererlos inquietar
gente revoltosa, lo cual es digno de toda abominación. Por
tanto conforme a la petición presentada, halló que debo dar este
orden en que mandando los vecinos y demás habitantes de
las dos

que fuera peligroso tropiezo para que otros dejaran de entrar en
la Ley de Dios. Y a mi entender arguye mayor gravedad del
punto, el que dejándonos su majestad [destruidos] de todo huma-
no refugio. Reservase como reservo a solo el brazo de su poder
el favor; como lo da a entender el modo de que se valio para el buen
despacho, tan superior a la capacidad de nuestros arbitrios. Al
mismo tiempo que instaba el salir la respuesta sobre este punto,
cayó enfermo de una grave dolencia el secretario de cámara
de dicho prefecto y entre muchos médicos que hay en aquella me-
trópoli, acertaron a llamar a uno que sol el es cristiano llama-
do Joseph Chang el cual que sabía muy bien el estado de nuestro
negocio, y el aprieto en que nos hallábamos, fue luego a dar parte
al Padre Fray Francisco Varo de lo que pasaba, para que cobrasemos
esperanzas de buen suceso. Ayudó le Dios, como se puede
piadosamente creer, al buen médico para que en breve, y bien cura-
se al dicho secretario: y impuesto y a en lo que había de decir,
buscó ocasión en que proponerle nuestro negocio, y hallada le informó
de la falsedad de la acusación que contra los letrado de Fogān ha-
bía llegado a aquel tribunal, pidióle que prestase su patro-
cinio en favor de dichos letrados, seguro de que en hacer
lo sería apadrinar la verdad. Oyó el secretario la suplica,
y alegrándose de hallara tan a mano ocasión en que recompensar
el beneficio de la immediata cura, prometió que el negocio sal-
dría bien despachado, y así se verifico, por que el prefecto sin
darse por entendido de que la acusación iba contra los letra-
dos a siendo se solo que en ella se hacía mención de nosotros,
breve, y sucintamente respondió que el conocer de las causas de los
europeos por camino ninguno hallaba que le perteneciese a
aquel tribunal.
[18] Publicado el feliz a cierto de estos despachos recibiéndolo los
cristianos como favor muy particular de la misericordia de
Dios, que daron no poco consolados, dando gracias a su majestad
por que así sabe su soberana piedad para que no [desfalle can]
los pequeñuelos, templar lo agrio de la persecución con lo dulce
y regalado del cariño, que con tan patentes muestras nos ex-
plica en los efectos, en que tanto se ví a resplandecer su pater-
nal

que el milagro le cortase a la buena señora golpes, y
palos. Lo cual sucedió en la forma siguiente.
[7] Después de haber cesado el estrago reducido ya a
cenizas casi todo el barrio uno de los vecinos en cuya casa pren-
dió el fuego cuando obedeciendo a la virtud del Santo Agnus mudó
de rumbo habiendo hecho muchas promesas a los ídolos viendo cuan
en vano le habían salido fue con rabiosa ira contra el marido de
Teresa diciendo que debía pagarle los daños de su casa quemada
pues por haber en aquella cristianos que pidieron favor al Dios de los
europeos que tiene mas poder que los suyos (aún no sabía lo del
Agnus) viniendo el fuego derecho hacía aquella casa se había
vuelto, y quemádole la suya lo cual era contra toda justicia
y así que debía satisfacerle todos los daños, porque de no hacen
lo le pondría pleito en la audiencia. [Excusábase] el uno todo
lo que podía, instaba clamando el otro que las hechicerías de
los cristianos habían causado aquella ruina en su hacienda
y casa; el marido de Teresa tomó por partido el darle
veinte [taes] de plata para a callarle, y que desistiese de ponerle
pleito. Fuese el litigante aunque no del todo gustoso, [ni menos ]
lo quedo el que dió la plata, antes comenzando, a dar más mu-
estras de miserable que agradecido, no queriendo recono-
cer el autor del grande beneficio que acababa de recibir, a-
unque la pidió de rodillas al Dios de su mujer, persuadién-
dole su malicia a que había sido suceso acaso con que comen-
zó a enfurecerse de sentimiento de que le hubieran sacado a-
quella poca de plata y ciego tanto de infidelidad como de cóle-
ra, cargando toda la culpa a su mujer, la apeleó diciendo que
fuera haber acudido a otro Dios que a menos costa hubiera
hecho el milagro: ya juntando también entonces otro en-
ojo que tenía guardado a la devota mujer, por haberse con-
fesado a escondidas con el Padre Fray Raymundo de el Valle
acumulando venganzas, añadió rigores [a se] injusto castigo
con que pudo bien la buena Teresa ejercitar su paciencia
y añadir muchos grados al mérito como tengo por cierto que lo
haría, según el concepto grande que tengo de su virtud, y
sólida fe. Conociéndose claramente en la misma acción cuan
poco importan milagros para corazones de endurecidos. Faraones,
o de

que el milagro le cortase a la buena señora golpes, y
palos. Lo cual sucedió en la forma siguiente.
[7] Después de haber cesado el estrago reducido ya a
cenizas casi todo el barrio uno de los vecinos en cuya casa pren-
dió el fuego cuando obedeciendo a la virtud del Santo Agnus mudó
de rumbo habiendo hecho muchas promesas a los ídolos viendo cuan
en vano le habían salido fue con rabiosa ira contra el marido de
Teresa diciendo que debía pagarle los daños de su casa quemada
pues por haber en aquella cristianos que pidieron favor al Dios de los
europeos que tiene mas poder que los suyos (aún no sabía lo del
Agnus) viniendo el fuego derecho hacía aquella casa se había
vuelto, y quemádole la suya lo cual era contra toda justicia
y así que debía satisfacerle todos los daños, porque de no hacen
lo le pondría pleito en la audiencia. [Excusábase] el uno todo
lo que podía, instaba clamando el otro que las hechicerías de
los cristianos habían causado aquella ruina en su hacienda
y casa; el marido de Teresa tomó por partido el darle
veinte [taes] de plata para a callarle, y que desistiese de ponerle
pleito. Fuese el litigante aunque no del todo gustoso, [ni menos ]
lo quedo el que dió la plata, antes comenzando, a dar más mu-
estras de miserable que agradecido, no queriendo recono-
cer el autor del grande beneficio que acababa de recibir, a-
unque la pidió de rodillas al Dios de su mujer, persuadién-
dole su malicia a que había sido suceso acaso con que comen-
zó a enfurecerse de sentimiento de que le hubieran sacado a-
quella poca de plata y ciego tanto de infidelidad como de cóle-
ra, cargando toda la culpa a su mujer, la apeleó diciendo que
fuera haber acudido a otro Dios que a menos costa hubiera
hecho el milagro: ya juntando también entonces otro en-
ojo que tenía guardado a la devota mujer, por haberse con-
fesado a escondidas con el Padre Fray Raymundo de el Valle
acumulando venganzas, añadió rigores [a se] injusto castigo
con que pudo bien la buena Teresa ejercitar su paciencia
y añadir muchos grados al mérito como tengo por cierto que lo
haría, según el concepto grande que tengo de su virtud, y
sólida fe. Conociéndose claramente en la misma acción cuan
poco importan milagros para corazones de endurecidos. Faraones,
o de
Carta de Juan Bautista de Olarte desde Macau al gobernador de Philipinas. 1709.

del emperador y seguido por los más misioneros regulares
por muchos años, porque los religiosos misioneros
de mi orden y los más de los que en dicho
imperio se hallaban, no habiendo sido oídos [en]
la apelación que interpusieron de dicho decreto [para]
ante su santidad, como hijos de la iglesia [tuvieron]
por bien sujetar su dictamen y opinión a la [decoración]
que dicho señor patriarca dio, y no a sacar
el Piao o licencia del emperador para continuar sus
misiones, conforme los ritos chinicos y [opinión]
del reverendo Padre Mateo Ricio, que es con la que [permitió]
dicho emperador [que] se predique el santo evangelio [de que]
resultó [que] fuesen desterrados los dichos misioneros, [y]
se hallan hoy en la ciudad de Macao del Reino [de]
Portugal, de donde dicho señor patriarca les impide [salir]
para volver a estas islas, como ya vuestra señoría sabrá
por las relaciones que ha tenido. Y esto es, señor,
cuanto yo a vuestra señoría puedo informar del estado
del Imperio de China y por noticia que me ha [dado]
el padre lector Fray Miguel Rubio, religioso [de la]
orden misionero que fue en el dicho imperio [por]
espacio de veinticuatro años, sujeto de [ciencia]
y conciencia, y uno de los europeos más [versados]
en las cosas de China, y que estando en ella [merece]
la amistad de los mandarines, digo que.
Las provincias de China son quince. Kuang tung = [Kuang sy =]
Hu kuang = Yu nan = Cu chuen = Kiang sy = Fo kien = [O]
kiang = Nan king = Ho nan = Xen sy = Xan sy = [Xan tung =]
Pe king = La decimaquinta provincia cree se llama [Co a].
De estas quince provincias se compone el Reino de China, y por
años de seiscientos ochenta y nueve, su santidad se las concedió
todas el rey de Portugal. Y el de 1698 el mismo [su]
Pontífice hizo división de las dichas provincias de suerte que al
rey de Portugal le concedió tres obispados, y en ellos seis provincias
al obispo de Macao, a Kuang tung y Kiang sy. [Al]
obispo de Nan king, dicha provincia de Nan king y
[nang]. Al de Pe king, donde está la corte de China, la dicha
provincia de Pe king y Xan tung. Este obispo y el de [Macau]

mucho a dicha misión donde de algunos [años] a esta parte, hay persecución
contra nuestra santa ley, como también en Tung kin,
aunque ahora está algo lenta. Por los años de 702 hubo algunos
mártires en este reino de Cochinchina, así de los naturales
como de los ministros evangélicos en que los ha favorecido mucho dicho
padre.
Por el mes de mayo, de este año, vino nueva de China como
el hijo mayor del emperador acusó al segundo hijo (que estaba
jurado por heredero de dicha corona) y al décimo y decimotercio
que querían matar al emperador y levantarse con el reino.
Mandó dicho emperador ponerlos en rigurosas prisiones, y un [bellaco]
mató al decimotercio. Hízose la averiguación y halló se
ser testimonio, dieron libertad a los dos y prendieron al
calumniador, y toda la corte le pidió al emperador [que] le perdonase.
Hizo lo así.
En este tiempo se reveló un pedazo de la provincia de Nan king
con la provincia de Xen sy. El emperador envió socorro, y estando [ya]
los enemigos para conquistar una ciudad, dio sobre ellos y con
gran matanza se deshizo del ejército enemigo. Hubo muchos
muertos en diversas ciudades y provincias por sospechas, y en la
ciudad de Pe king más de trescientos hombres.
Tiene se noticia que el emperador de China enfermó casi hasta la
muerte, y que unos médicos europeos lo curaron. [Él, agradecido,]
hizo un decreto publicándolo por todo su reino, concediendo que
todos los europeos que vivían en él pudieran escribir inmediatamente
a su persona. Y si querían enviar algún regalo lo entregarán
a el que gobernaba la tierra, donde se hallaba
y a su costa se lo remitiera. Y con tal favor los pobres ministros
evangélicos que estaban ultrajados por las cosas requeridas
han subido a tanta estimación, que no solo la plebe sino los
que gobiernan les hacen cortesías y agasajos, y a millares piden
el santo bautismo. Sin duda quiere Dios conservar [aquella]
trabajada misión.
Los franceses seculares llegaron a Cantón a poner factoría el año
de 1698, donde han estado ultrajados y con muchísimos trabajos
y gastos de hacienda hasta el año de 708, que del todo se [acabó]
dicha factoría, y solo ha quedado que los que quieren ir [acorto]
lo hacen en cuatro o cinco meses, y se vuelven a sus tierras.
Por los años de 708 con poca diferencia los ingleses hicieron
Carátula de las cartas de Fray Álvaro de Benavente desde China y otras partes, ca. 1680.

[esquina superior derecha en tinta] 132 [esquina superior derecha a lápiz] 16970
Cartas de el Señor Don Fray Alvaro
de Benavente y otras escritas a su
[que] es de china
y otras partes
Con una noticía que dio dicho Señor Obispo
al señor Patriarca de las cosas de china y de
los inconvenientes que hay para que los mi [ico nezor]
europeos de en el Juramento que se intima el de-
creto de Pio Pagandafide En 29 de Enero
de 1680 años. Contiene seis hojas
Cajon Número 4 Italones
y china
Legajo 2
Carta de Fray Agustín de San Pascual a Álvaro de Benavente desde Cantón con noticias de Goa y Macao. 1692.

llegó a la corte le preguntó el emperador que como había tardado tanto en Cantón, y respondió
que por no haberle dado con más brevedad el [Kānhò]. Y por esto les vino a los mandarines
una buena reprehensión, y mucho más áspera al [Húpu] por haber querido tomar aduana
de las cosas que venían para el emperador con que los mandarines de aquí están comiendo hierro
contra los europeos. Dijo al emperador como el papa le enviaba un padre (era el Espinola), con
una carta y un presente. Informóse de quién era el papa, y dijo a quién nos honra honrarlo
envió un [tajín] y orden a todos los mandarines de Macao desde el virrey hasta el más
inferior fuesen a Macao a hacer [iû chí] al padre muerto y que llevara la carta, y el presente
vino también otro [tajín] para llevar las cosas del Padre Grimaldi, y dos religiosos legos de la
compañía, uno boticario y otro pintor. El Padre Coplet murió cerca de Goa, porque en una tormenta
con un balance cayó un fardo, y lo mató. Este año en esta provincia hubo muchas aguas.
Salieron los ríos y anegaron muchas aldeas, y se ahogaron en la provincia más de 30000 personas.
Y en esta ciudad hizo grande estrago derribando muchísimas casas en este [chîng vuai].
Fray Lucas Thomas fue a Xâo gù fù, compró una casa, y el [úlfù] sacó un [kaóxí] que no entrarán en
la ley. Quitaronle los criados del padre y anduvo [lagresea] Fray Lucas fue preso a [Fò chúo] salió Maigrot
por su fiador, y lo pusieron en su iglesia, despachóse bien, y le volvieron a enviar
a Xáo gú los mandarines. De allí no lo quisieron admitir, volvióse a la metrópoli, y le dieron
otros despachos, y volvió de tercera, que le haya sucedido después acá aún no lo sabemos. El
chocolate que vuestra reverencia me promete lo espero. Venga el y sea por el título que quisiese, que ya tengo
60 años, y necesito de él. A dios que a vuestra reverencia [meg]. De saludes de los amigos. Cantón
y noviembre 18 de
De vuestra reverencia
muy cordial siervo in [domino]
Fray Agustín de San Pascual
Carta de Fray Jaime Tarin a Fray Álvaro de Benavente desde Cantón sobre la pérdida de comunicación por el lado español a causa de la pérdida de dos naos

a luz el decreto revocatorio de vicarios apostólicos, que es el que les importa a los
portugueses para sus intentos, hasta ahora no hemos visto nada. El señor
obispo de Macao quiso publicar un jubileo en Cantón, nombrando
primero por vicario de vara al Padre Turcotti. Resistióle el señor provicario
Don Luis de Cisse, diciendo que a él le pertenecía el ver la bulla del
jubileo y publicarlo hasta que le mostrasen nula su autoridad con
decreto dimanado de la silla apostólica, y que si lo tenían se lo mostrasen
luego, que él estará pronto a obedecerlo. Esperaríamos [que] se [concluya]
el pleito con él, mas no ha aparecido hasta el presente, aunque el señor
obispo de Macao certifica haberlo visto y leído. Por último el jubileo
se ha quedado sin publicar en nuestras iglesias, impidiéndole el [Señor]
de Cisse, y sólo los padres de la Compañía lo publicaron en su iglesia.
Este obrar nos causa admiración, no pudiendo penetrar el misterio
de decir [que] hay decreto [revocatorio] de vicarios apostólicos, y no querer sacarlo para
fuera los portugueses y más, viéndose el señor obispo de Macao atadas
las manos para no poder ejecutar lo que pretende de jurisdicción. Algunos
discurren que lo que se dio en Roma en favor de los portugueses no es
a su gusto, y aunque acaben los vicarios apostólicos, deben de quedar las
misiones con alguna particular disposición en favor de los misionarios,
y de disgusto para los portugueses padres de la Compañía. Las noticias
no han llegado por ninguna vía. Si en Manila se sabe algo
vuestra reverencia nos avisará. Y si no, esperamos siempre algún buen efecto de
lo que en nuestro favor trabajare nuestro Rey Carlos, que Dios guarde.
Lo que traían de nuevo el Padre Espínola difunto y el
Padre Sa, su compañero, fue una carta que los padres de la Compañía diligenciaron
en Roma del pontífice para el emperador, agradeciéndole el favor
hecho a los ministros europeos. Acompañaron la carta con un
[zaguate], que buscó la Compañía, diciendo que el Papa lo enviará
de particular afecto y memoria. Dio aviso el Padre Min al emperador
luego que llegó a la corte, diciendo ser muerto el padre que lo traía y []
que dispusiese Su Majestad lo que gustase. Despachó el emperador un [tapi]
de la corte, con orden que fuera a Macao acompañado del virrey
y otros mandarines de Cantón, ordenándoles [que] hicieran al difunto
su ceremonia de sentimiento de su muerte, y recibiesen la carta y la
Memoria de las alhajas de la misión agustiniana que se han ido perdiendo desde enero de 1709.

Memoria de las alhajas de la misión agustiniana que se han ido perdiendo
desde enero, de 1709 =
Por enero, de 1709 hurtaron de la iglesia de la ciudad de Xao king fu unos
candeleros de [calain].
Por julio, de 1709 en la dicha iglesia hurtaron un frontal de [lama] con otras
alhajas para decir misa.
Por mayo, de 1712 me encontré en la iglesia de Tien ma hiang de Cantón con un
aparadorcillo de libros sínicos y algunos libros europeos, convertido totalmente
en ceniza y hormiga blanca. Entre los libros había dos de asientos de bautismos,
el antiguo del ministerio de Xao king fu, y el otro del ministerio de
la ciudad de Nan hiung fu, y otro de Sin hing hien. = Dicho mes me encontré también en la dicha
iglesia con siete imágenes europeas de lienzo, todas comidas de hormiga
blanca. Eran de las que se llevaron de la casa de Xao king fu el año de 1708. =
Por agosto, del dicho año de 1712 me encontré en la dicha casa de Tien ma hiang
en un cajón inglés perdido de la hormiga blanca, y algunos vestidos de seda, de
los que vinieron de Macao dicho año, y varios papeles de cuentas que estaban dentro
de él, convertidos en gusanos o hormiga blanca.
Por [octubre], de 1713 entraron los ladrones de noche en la casa de Xao king fu
y hurtaron de la petaquilla de bautizar lo que quisieron, dejando solo el ritual y
la cajuela de santos óleos, y también varios trastos de la casa.
Por agosto, de 1714 en la casa de Xao king fu me abrieron los ladrones la celda,
y se llevaron alguna plata y varios vestidos.
Por mayo, de 1715 en la iglesia de Xao king fu abrieron los ladrones una ventana, rompiendo
una barandilla, y se llevaron ocho candeleros de [calain] y otras alhajas de
[calain] y de bronce.
Por julio, de 1715 entraron los ladrones de noche en la casa de Xao king fu y se
llevaron todos los trastos de cocina etc.
Por mayo, de 1716 en la casa de Tien ma hiang me encontré una petaca de libros
sínicos del Confucio, y otros comidos de la hormiga blanca. Y dicho mes en la
casa de Xao king fu me encontré con otra petaca de libros sínicos de la ley
de Dios y otros, todos comidos de hormiga blanca.
Por abril, de 1713 en la casa de Xao king fu hurtaron los ladrones todo el recaudo de
bronce, que servía para los entierros de los cristianos, y otras alhajas de bronce, y [calain].