las pascuas
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- las pascuas
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- Easter
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Sobre pleito que este Convento de Tondo siguio contra el guardia de Bangcosey. 1683

{Al margen derecho: 3}
de estas islas pido justicia. Ut supra. Fray Miguel Rubio.
En la ciudad de Manila en quince días del mes de junio de
mil seiscientos y ochenta y tres años, ante el señor capitán Don Alonso
de León alcalde ordinario de esta ciudad su término y jurisdicción
por su majestad. Se leyó esta petición que presentó el contenido en ella
con los demás recaudos visto por su merced, uno y otro
lado por presentado y mandó se haga como esta parte lo pide,
y que el presente escribano u otro público o real de los de esta
ciudad, reciba la declaración y juramento, al General Sebastián
Rayo Doria. Y para la información que ofrece daba
y dio comisión en bastante forma la que de derecho se requiere
y sea necesario al capitán Don Luis de Escobar relator de la
real audiencia de estas islas que para ello, y su autoridad desde
luego sellada en forma y conforme a derecho, y por este
auto así lo proveyó, mandó y firmó. Don Alonso de León.
Ante mí Baltazar de Lerma escribano público.
{Al margen izquierdo: Licencia}
Fray Joseph Duque comisario del santo oficio y provincial, de
esta Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de Filipinas, del
orden de los ermitaños de nuestro padre, San Agustín, etcétera.
Por la presente doy licencia al padre lector Fray Miguel Rubio
prior de nuestro Convento de Tondo para que pueda parecer en
juicio ante cualquier justicias de su majestad para seguir y contestar
cualquiera pleitos perteneciente al útil de dicho nuestro
convento y fenecerles hasta la definitiva representando jurídicamente
nuestra persona y usando de toda aquella autoridad
que según nuestras sagrados constituciones le puedo comunicar.
Dada en nuestro Convento de San Pablo de Manila
en catorce de junio de mil seiscientos y ochenta y tres años, sellada
con el sello menor, de nuestro oficio y refrendada
de nuestro secretario. Fray Joseph Duque provincial.
Por mandado de nuestro padre provincial Fray Francisco de Zamora
definidor y secretario de provincia.
{Al margen izquierdo: Carta}
Mi padre lector Fray Miguel Rubio. Dios dé a vuestro padre las Pascuas
Guía para el Padre Comisario que fuere a procurar agustinos para las misiones en Filipinas

primero, o de los primeros, porque le ha menester más
que todos.
Habiendo visitado a los señores del concejo, ya
reconocerá si alguno le hace más merced, y sino procúrela
mediante algún favor, y convendrá tener
un señor confidente concejero, y otro
camarista con quienes pedir tratar sus negocios
con mayor confianza. Y a estos regalarlos con algo
curioso como abanicos, o cosa así, no mucho sino
poco y en ocasión según el buen rostro que le muestran,
y lo mismo al fiscal, y secretario.
Con los inferiores como son agente fiscal, y oficial
de Filipinas, se cumple con media docena de pesos al principio
regalo de aves y vino en las Pascuas. Y según
fuere las cédulas que pretendiere ir regando el
almácigo con tiento: procure mostrar mucha confianza
con el dicho oficial de la secretaría de Filipinas. Y
antes de entregárselos memoriales al secretario (que
todos se le han de dar en su mano) comunique con
su oficial el borrador, que si es buen hombre como
el que estuvo en este oficio más de 20 años, le aconsejará
lo mejor y dirigirá la [presensión], porque
tiene experiencia, y no le cuesta nada dar un buen
parecer.
Admitido por procurador en el concejo, y dado
Carta dirigida al provincial de Manila sobre el patriarca de Antioquía, 1709

Padre nuestro,
Aunque todo lo que digo a vuestra reverencia en las cartas es cierto me queda grave
escrúpulo de decirlo y quitare algunas cosas que solo queden
servir de levantar los ánimos contra el señor patriarca. No los
escribo con tal intento sino llevado del dolor que tengo las puse---
y por tanto suplico a vuestra reverencia que solo en caso de ser o juzgar que son
necesarias para la defensa del señor Don Fray Álvaro las diga porque
yo tengo miedo---viendo que cuatro que han sacado la cara contra
este señor legado (así se dice) dios los ha quitado del [miedo] en
breve tiempo. La otra razón es que yo sé que el señor tiene mucho
contra el señor Don Fray Álvaro porque dicho señor difunto hablaba
con mucho como pudiera hablar con su padre o madre y no era así
sino que le vendían y yo le avisé a su ilustrísima diversas veces y nunca
se quiso persuadir a ello, aunque le hice evidencia de lo que le
decía. Como digo al señor Don Fray Álvaro le tienen graves cosas apuntadas,
y lo sé porque [a un] clérigo se lo oí mucho antes: que su ilustrísima
viniera a Macao y o es muerto, y no puede decir en qué sentido
o como las decía. Y aunque yo por lo que siempre conocí de su señoría
podré afirmar, que si los llegó a [preferir] los juzgaba muy católicos porque
el señor siempre lo fue. Pero si hay quien le quiera hacer mal no
[ascenderá]a mí sentido ni al de otro, sino al que le diere la mala
intención del que se los cogió. Estaban muy [querellados] el señor patriarca
y el señor de Ascalon. No se dieron las pascuas. Y sin componerse
se fue el señor al otro mundo. Es verdad que lo cogió aquel último
accidente sin esperarlo. Y que creo de su ilustrísima de su que aun cuando
tuviera mucha razón (que un día me dio a entender la tenía)
hubiera cedido por no llevar ese cuidado al otro mundo. Temo
padre nuestro que serán muchas las cosas que se digan en Roma de su